“Al final, todo el mundo está pensando en la autotutela”: el crudo testimonio de los locatarios de Plaza Italia tras el 18-0
Según contaron a EL DÍNAMO los trabajadores y dueños de locales instalados en la zona cero, debieron mantenerse hasta altas horas de la madrugada dentro de sus negocios y se prepararon para defenderse entre ellos mismos.
Tal como suele suceder ante convocatorias masivas, la Plaza Italia volvió a ser epicentro de las manifestaciones durante el segundo aniversario del estallido social del 18 de octubre, con la presencia de más de 15 mil personas según cifras oficiales de Carabineros -o unas 30 mil, de acuerdo a reportes extraoficiales-, lo que volvió a golpear la vida de vecinos y locatarios del sector.
Una movilización intensa que culminó con la destrucción del mobiliario público, saqueo a negocios y el derribamiento del muro de contención instalado por las autoridades para proteger la base del monumento al General Baquedano. Locatarios y trabajadores del sector relataron a EL DÍNAMO la dura jornada.
Si bien los asistentes a la movilización llegaron a eso de las 16:00 horas hasta el principal punto de las protestas, los locatarios del barrio Baquedano estaban allí desde un par de horas antes, pero no precisamente para atender público, sino que para “ocupar” sus espacios de trabajo y vigilar cualquier situación anómala que los pudiera poner en peligro.
Desde esa hora y durante toda la noche, los locatarios se mantuvieron comunicados a través de un grupo de WhatsApp. La idea, según contó el presidente de la Asociación Gremial Barrio Plaza Italia y dueño del restaurante Antigua Fuente -Ex Fuente Alemana-, Carlos Siri, era estar comunicados para “ir viendo si pasaba algo en el minuto, por si había que salir a ayudar a alguien, es lo mejor que podemos hacer”.
Siri afirmó que “nos quedamos aquí en el local mi hermano, un primo y yo, como siempre hasta la madrugada cuando termina todo”, para impedir que encapuchados hicieran ingreso y destruyeran su negocio fundado en Santiago en 1954.
La fórmula fue replicada por otros establecimientos ubicados en la Alameda y Vicuña Mackenna, según indicaron a nuestro medio fuera de micrófono para evitar futuros desmanes.
“Al final, todo el mundo está pensando en la autotutela nada más. Si estuvieran todos de acuerdo, desde el mundo político, en parar las destrucciones, esto no estaría pasando (…) no tuvimos una situación conflictiva directa, pero claramente la tensión en el ambiente se cortaba con cuchillo”, contó uno de los socios de la Antigua Fuente.
Barricadas y saqueos se movieron hacia el poniente
Junto con evidenciar que “en esta cuadra ya no hay nada más que romper”, Carlos Siri agregó que la parte más violenta de la manifestación se trasladó hacia el poniente de Santiago Centro.
De esta manera, resultó saqueado el supermercado Unimarc de avenida Portugal, fue vandalizada la farmacia Cruz Verde en Lira con Diagonal Paraguay y se registraron incidentes en las calles Ramón Corvalán, Tenderini, Santa Rosa y en el Cerro Santa Lucía.
La cooperativa Coopeuch de Alameda con Lastarria también fue saqueada por manifestantes, quienes sustrajeron una caja fuerte que posteriormente fue recuperada por Carabineros. Tras los hechos, se detuvieron a ocho personas presuntamente involucradas en el ilícito.
“Por el lado de Vicuña Mackenna, Ramón Corvalán, la Galería de los Músicos, Portugal y el Unimarc hicieron todo pebre. Uno veía pasar por aquí gente con paquetes de pañales, botellas de alcohol y suma y sigue”, confirmó Siri.
Respecto a la presencia policial, el presidente de los locatarios del barrio Baquedano recalcó que “casi no se notó”, ya que los efectivos de Carabineros apostados en la zona “fueron sobrepasados, estaba la cagada por otras partes de Santiago y no dieron a basto”.
Comercio se vuelve a poner de pie tras destrozos
Pese a que durante la noche del pasado 18 de octubre y la madrugada del 19 los encapuchados levantaron barricadas y destruyeron gran parte de los paraderos, semáforos y algunos locales ubicados en la comuna de Santiago, durante la tarde de la presente jornada pocas evidencias quedaban del segundo aniversario del estallido social.
El Unimarc de Portugal, por ejemplo, abrió sus puertas al público pasadas las 15.00 horas tras reponer mercadería, pese a que de acuerdo al testimonio entregado por algunos trabajadores a EL DÍNAMO, “se metieron al local y cuando llegamos en la mañana estaba la reja metálica forzada, algunas mamparas rotas y el suelo sucio con copete desparramado por todos lados”.
La cooperativa Coopeuch de Alameda con Lastarria también fue refaccionada, al menos en su fachada, con la instalación de placas metálicas para evitar eventuales nuevos ingresos de delincuentes.
En la Alameda, en tanto, personal de la Municipalidad de Santiago comenzó con los trabajos de limpieza a eso de las 8:00 horas, por lo que pasado el mediodía la principal arteria de la capital quedó completamente habilitada para el tránsito peatonal y de vehículos, pese a que el olor a lacrimógena y neumáticos quemados seguía presente.
Mientras, diversas autoridades y políticos se acercaron hasta la denominada zona cero para constatar en terreno los daños materiales generados por encapuchado.
Una de las primeras en llegar fue la subsecretaria de Prevención del Delito, María José Gómez, quien conversó con locatarios del sector y prometió colaborar con ellos en materia de seguridad.
También se trasladó hasta la Plaza Italia el abanderado presidencial de RN y la UDI, Sebastián Sichel (IND), quien tras reunirse con comerciantes y vecinos afectados, solicitó nuevamente a los candidatos de la oposición, Gabriel Boric (PC y FA) y Yasna Provoste (DC, PPD y PS), “retirar su proyecto de indulto” para los detenidos del estallido social que ambos impulsan en el Congreso, pues la legislación, da una “señal de impunidad”.