Maya Fernández afirmó que el penal de Punta Peuco no debe continuar
La ministra de Defensa también se distanció de los beneficios por causas humanitarias, señalando que los reos tienen que cumplir con sus condenas por violaciones a los Derechos Humanos.
La ministra de Defensa, Maya Fernández, señaló que el penal de Punta Peuco, recinto carcelario destinado a los condenados por violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet, no debe continuar.
En una entrevista a El Mercurio, la ex diputada del Partido Socialista (PS) fue consultada por su relación con las Fuerzas Armadas y en especial por la situación de los ex uniformados que se encuentran detenidos por diversos hechos ocurridos entre 1973 y 1990.
Al ser consultada directamente por la cárcel, la secretaria de Estado afirmó que “el penal especial no (debería continuar). Obviamente que alguien condenado por delitos de lesa humanidad tiene que pagar las penas. No tiene que haber penales para unos y penales para otros, habiendo delitos tan brutales”.
Por los beneficios por causas humanitarias que piden algunos de los reclusos, Fernández “en este momento no, tienen que pagar las condenas”.
De todas maneras, la ministra señaló que un eventual cierre del recinto no corresponde a su cartera, ya que las acciones en esa área corresponden al Ministerio de Justicia.
Más allá de este punto, la ex congresista y nieta del ex presidente Salvador Allende analizó su simbólico arribo a Defensa, considerando que su abuelo fue derrocado por un golpe de Estado liderado por las Fuerzas Armadas.
“Necesitamos Fuerzas Armadas que sean de todas y todos los chilenos. Allende era un hombre profundamente democrático, creía en la democracia, en el respeto de los Derechos Humanos. Llegué acá para apoyar un gobierno transformador, no estoy pensando en Allende, sino en cómo apoyar al presidente Gabriel Boric”, manifestó.
En ese sentido, y pensando que el próximo año se cumplirán 50 años desde el golpe, Fernández afirmó que “el respeto a los valores democráticos es la mayor enseñanza que podemos dar a las nuevas generaciones. Podemos pensar distinto y debemos ser capaces de dialogar, sin llegar a violar los derechos humanos de nadie. Los valores de respeto, diálogo permanente, son fundamentales”.