Chile Vamos y Frente Amplio afinan puntería para disputar la presidencia de la Cámara tras renuncia de Karol Cariola

Tras el triunfo político que significó sortear la moción de censura, la sensación en el oficialismo era que la diputada Karol Cariola (PC) quedaría firme en la presidencia de la Cámara hasta el 15 de abril, fecha en que la actual mesa directiva debía presentar su renuncia, según el acuerdo administrativo suscrito por las fuerzas políticas que adhieren al Gobierno más la DC.

Sin embargo, la publicación de los chats entre la parlamentaria comunista y su compañera de militancia, la ex alcaldesa Irací Hassler, en que criticaban al presidente Gabriel Boric y su Gobierno, cambió todo el panorama. 

Durante la noche del domingo 16 de marzo, el equipo de la diputada comenzó a difundir en los distintos chats de prensa un comunicado en que se daba a conocer la renuncia de Karol Cariola, sólo 48 horas después de que La Tercera publicara parte de la carpeta investigativa que contenía la conversación entre las militantes del PC.

“Necesito tranquilidad y concentración para los cuidados de mi hijo Borja que es, sin ninguna duda, mi primera prioridad. Debo, además, defenderme de los ataques que estoy recibiendo porque él necesita a su madre fuerte y entera”, decía la diputada PC en la declaración.

La renuncia anticipada de Cariola, además de suponer un duro golpe para el PC —que llegó a la presidencia de la Cámara por primera vez en su historia en este periodo—, tuvo como efecto la aceleración de la discusión sobre qué fuerza política será la que encabece la Cámara Baja durante el último año del Gobierno de Gabriel Boric.

A pesar de que el Ejecutivo logró sacar la reforma de pensiones en enero de este año, aún quedan pendientes proyectos y reformas relevantes para la actual administración de cara al último tramo legislativo. Y la tarea de sacarlos adelante se complicaría, dicen en el oficialismo, con un representante de la oposición sentado en la cabeza de la testera. 

Por lo mismo, en el oficialismo ven con preocupación la posibilidad de que las distintas fuerzas de oposición logren articular una mayoría contundente que pueda arrebatarles la Presidencia de la Cámara.

Frente Amplio comienza gestiones para hacerse de la presidencia 

En el oficialismo dicen que la idea es hacer respetar el acuerdo administrativo, el cuál indica que la presidencia de la Cámara de Diputados le corresponde al Frente Amplio, mientras que la primera y segunda vicepresidencia serían para el Partido Socialista y el Partido Comunista, respectivamente. 

Dentro de los nombres que se barajan al día de hoy, están los diputados Diego Ibáñez, ex presidente del partido, y Lorena Fries, actual jefa de bancada. Ambos, contarían con el apoyo de las bancadas del oficialismo y la DC, aunque —aseguran en la alianza de Gobierno— el nombre de Ibáñez genera “anticuerpos” debido a las confrontaciones que ha protagonizado con el Socialismo Democrático. 

De todas formas, lo importante para el oficialismo es consolidar una mayoría que pueda retener la presidencia de la Cámara, lo que no será fácil considerando que hoy, virtualmente, oposición y oficialismo están empatados en votos. De hecho, en la pasada elección, cuando Karol Cariola se erigió como líder de la testera, la votación se decidió por un voto: 76 para la militante comunista y 75 para Joanna Pérez (Demócratas), entonces candidata de la oposición.

“Nosotros como Frente Amplio hemos insistido en respetar el acuerdo administrativo y nuestra posición para asumir la Presidencia de la Mesa Directiva”, asegura la diputada Lorena Fries requerida por EL DÍNAMO. 

Respecto a la posibilidad de ella asumir la candidatura, sostiene que “dentro del Frente Amplio existe un elenco de personas dispuestas a asumir la mesa, pero nosotros evidentemente estamos negociando el cupo como Frente Amplio e internamente estamos haciendo las evaluaciones correspondientes”. 

Dicha posición es refrendada por otros jefes de bancada del oficialismo. Juan Santana, recién asumido jefe de bancada del PS, dice a EL DÍNAMO que “el acuerdo que el oficialismo adoptó se debe respetar y así lo haremos ver ante las distintas fuerzas políticas. Ahora debe materializarse y allí las conversaciones deben iniciar a la brevedad”. 

Y añade: “No nos estamos jugando poco. Es importante que la presidencia de la Cámara de Diputados y Diputadas este en sintonía con la intención de sacar adelante proyectos de ley relevantes en materia de seguridad y economía, pero también en materia de deudas educativas, eutanasia y sala cuna. Y la oposición no garantiza eso. Han utilizado todas las instancias de las que participan para obstruir al Gobierno y ese no puede ser el sentido que tenga quien lidere la Corporación”

Otro de los factores que podría complicar la opción del Frente Amplio es el “factor independientes”.

Por ejemplo, en el PPD, de sus nueve diputados, sólo dos militan en el partido, lo que podría incidir en la votación teniendo en consideración la fría relación entre ambas bancadas. 

“Mi percepción es que vamos a mantener la alianza que permitió tener la testera de la Cámara, porque se han evidenciado esfuerzos para dar estabilidad y continuidad al proyecto institucional del Gobierno. En cuanto al acuerdo administrativo que establece que la presidencia recaería en el Frente Amplio, hay indicios de un consenso para poder empezar a cumplir esta alianza, aunque siempre pueden surgir tensiones y hay que hablar con todos los sectores, sobre todo con quienes no tienen militancia”, dice la jefa de bancada de diputados Independientes-PPD, Camila Musante.  

Eso sí, la premura por escoger una nueva carta y la caída de Cariola, factores a los que apunta la oposición para hacerse con el control de la testera, parece no preocupar al Frente Amplio. 

“Nosotros hemos llevado adelante conversaciones con todo el oficialismo y también con algunos actores independientes desde hace ya varias semanas y por lo tanto, más allá de la renuncia de la diputada Cariola, esto no involucra un cambio en la estrategia que estamos siguiendo como Frente Amplio para lograr el cumplimiento del acuerdo”, dice a EL DÍNAMO Jaime Sáez, segundo jefe de bancada del Frente Amplio.

Chile Vamos se juega su opción

En la vereda contraria también buscan llegar a la presidencia de la testera de la Cámara de Diputados, esta vez, con un diseño distinto al de la última elección donde la oposición salió derrotada tan sólo por un voto. 

Fuentes consultadas por EL DÍNAMO sostienen que, a diferencia de la pasada elección, en esta oportunidad quien competirá por la presidencia será un diputado de Chile Vamos, quien saldría de las filas de Renovación Nacional (RN).

Las vicepresidencias, en tanto, estarían repartidas entre el Partido Republicano y Demócratas, para así afianzar todo el arco de la oposición en la votación que se proyecta para la primera semana de abril. 

Eso sí, en el sector sostienen que los cupos aún no están zanjados y que podrían variar según avance la negociación.

Por otra parte, en la coalición indican que a pesar de que aún no se barajan nombres en concreto, la idea es que Chile Vamos adopte el liderazgo en las tratativas y sea un puente en las dos alas de la oposición, representadas por Demócratas y Amarillos ubicados más al centro; y los republicanos, nacional libertarios y social cristianos posicionados más a la derecha. 

“Chile Vamos va a buscar llegar a la testera de la mesa de la Cámara de Diputados”, confirmó a EL DÍNAMO el subjefe de bancada de la UDI, el diputado Henry Leal. 

Pero a pesar de las gestiones, hoy el recuento de votos no es favorable para las fuerzas opositoras al Gobierno de Gabriel Boric. Con el desafuero de los diputados Mauricio Ojeda, que perteneció a la bancada del Partido Republicano, y el de Francisco Pulgar, quien se cuadró en algunos periodos con la oposición, las posibilidades de construir una mayoría se reducen.

Por lo mismo, Chile Vamos apunta a convencer a los diputados “no alineados” que podrían dirimir la votación. Pamela Jiles, y los ex PDG Rubén Oyarzo o Karen Medina (que compone el comité DC pero es oposición al Gobierno), será fundamental para las aspiraciones de la coalición opositora.