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Andrés Giordano y candidatura presidencial del FA: “No vamos a negar el legado del Gobierno del presidente Boric”

En entrevista con EL DÍNAMO, el diputado del Frente Amplio comenta su proyecto que elimina la dieta parlamentaria para diputados desaforados y el escenario electoral que enfrenta su partido que tiene como abanderado a Gonzalo Winter.

Andrés Giordano
Andrés Giordano

Más de $273 millones ha desembolsado la Cámara de Diputados en el actual periodo legislativo por labores que no se realizan: $124 millones en dietas a diputados desaforados que no pueden ejercer sus funciones y $149 millones en asesores de parlamentarios inhabilitados, según reveló EL DÍNAMO

Para corregir esta situación —o parte de ella— el diputado Andrés Giordano (FA) presentó un proyecto de ley a inicios de 2025. La iniciativa, sin embargo, no ha prosperado al no contar con respaldo de sectores de oposición ni del Gobierno. 

Giordano asegura que conversó el tema con su par Miguel Ángel Calisto (Demócratas), presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara donde está alojado el proyecto, pero no obtuvo una respuesta positiva. 

De todas maneras, el diputado frenteamplista espera lograr el respaldo del Gobierno para esta iniciativa que, dice, “es de todo sentido común”. 

—¿Qué propone este proyecto?

—Lo que estamos planteando es algo muy simple: cuando un diputado, diputada, senador o senadora se encuentra desaforado en el marco de un proceso judicial, queda suspendido de sus funciones, es decir, deja de prestar el servicio por el que la ciudadanía lo está remunerando, y sin embargo sigue recibiendo la dieta. Y el proyecto que presenté busca suspender la dieta mientras el parlamentario se encuentra suspendido del cargo.

—¿No choca con la presunción de inocencia?

—Evidentemente hay temas importantes que discutir como qué ocurre si no se demuestra culpabilidad. Creo que se puede conversar si efectivamente se remunera hacia atrás lo que se dejó de pagar o si la dieta se suspende en alguna proporción dependiendo de la gravedad. Son cuestiones razonables, pero lo que ha primado hasta ahora es la falta de voluntad para debatir un problema de sentido común.

— ¿Ha podido hablar con las autoridades de Gobierno para que respalden esta iniciativa?

Tengo presupuestada una conversación para esta semana sobre esta iniciativa. El Gobierno ha estado centrado en poner urgencia a los proyectos relacionados con el cumplimiento del programa de gobierno. Pero me parece que aquí hay una oportunidad donde el Ejecutivo también puede ayudar a tramitar un proyecto que no solo es de sentido común, sino que contribuye a recomponer confianzas con una institución bastante dañada, como es el Parlamento.

—El secretario Landero mencionó que una de las razones por las que no se congela la dieta, según discusiones de los años 30 y 40, es el tema de las inhabilidades: un diputado desaforado, considerando la presunción de inocencia, no podría ejercer labores personales y sin dieta quedaría imposibilitado de tener ingresos.

Esos son argumentos plausibles de considerar en el marco de una discusión y eventualmente se pueden incorporar modificaciones y perfeccionamientos al proyecto. Lo que está detrás de esta iniciativa es una idea muy concreta y de sentido común. Si corresponde revisar las inhabilidades que existen para los desaforados, conversémoslas, pero discutamos sobre esas inhabilidades y no mantengamos una suerte de privilegio. Porque no existe una norma explícita que diga que los parlamentarios desaforados tienen que mantener su dieta. Lo que ocurre es que tampoco queda claro lo contrario, y por lo tanto las secretarías de las Cámaras han generado una doctrina, una jurisprudencia parlamentaria al respecto, definiendo mantener el pago.

—¿Es justo que alguien que se encuentra, por ejemplo, con prisión preventiva, acusado de una violación, con antecedentes suficientes para que la Corte de Apelaciones haya decretado el desafuero, siga percibiendo una dieta íntegra?

Creo que hay una discusión a la que no hay que tenerle miedo. Muchas veces se generan defensas corporativas más que de otra índole. Demos el debate y pongamos los antecedentes sobre la mesa.

—Además de la dieta, hay otros gastos relacionados con los diputados desaforados, como el pago de la oficina parlamentaria y los asesores. ¿El proyecto se hace cargo de esto?

El proyecto se refiere única y exclusivamente a la dieta parlamentaria. Un funcionario contratado por la Cámara para asesorar a un parlamentario no tiene por qué pagar por las eventuales responsabilidades en las que haya incurrido el parlamentario que lo contrató. 

—Entonces no se tocaría el tema de los asesores. 

No tengo ninguna intención ni estaría de acuerdo en que se avanzara en una línea que pudiese perjudicar a los trabajadores. Sí me parece que podrían hacerse ajustes para que esos funcionarios presten funciones para el comité de la bancada a la que pertenece el parlamentario, en vez de para el parlamentario mismo. Creo que pueden hacerse adecuaciones necesarias para que la función se siga prestando, pero no me parecería correcto que eso signifique el despido de una persona que no tiene culpa con los hechos imputados a un tercero.

—En cuanto a la fiscalización efectiva del buen uso de recursos, como la oficina parlamentaria y las labores de los asesores que no pueden ejercer normalmente sus funciones, ¿cree que este proyecto podría ampliarse para mejorar ese aspecto?

Efectivamente, este proyecto abre la puerta a revisar una situación anómala que, salvo por este periodo legislativo, nunca había ocurrido con tanta recurrencia. Ha sido un periodo particularmente cargado de desafueros parlamentarios. Me parece relevante que la Cámara tenga una conversación honesta y transparente sobre todas estas aristas, y que podamos escuchar al comité revisor de las asignaciones parlamentarias sobre estas circunstancias y qué medidas se pueden tomar. Poder discutir esto en términos de una nueva legislación nos abre la puerta a tener una conversación más amplia donde todos estos asuntos sean parte del debate y podamos cautelar lo que finalmente busca este proyecto: el correcto uso de los recursos públicos.

El escenario electoral

—¿Cómo ve la configuración de la primaria presidencial con Carolina Tohá, Jeannette Jara y Gonzalo Winter? 

—Para entender la importancia de esta primaria del oficialismo hay que observar también lo que está ocurriendo al otro lado. Lo que vemos en la derecha son candidaturas en un debate permanente por quién está más a la derecha del otro, quién es parte o no de una derecha más o menos “cobarde” o “amarilla”. Y eso se traduce, preocupantemente para Chile, en quién dice la barbaridad más grande para hacerse un titular.

Escuchamos lo mismo de siempre: soluciones simplistas e inefectivas para problemas complejos. Han propuesto reponer la pena de muerte, disminuir derechos sociales y laborales, e incluso cuestionar políticas de salud pública tan relevantes como las vacunas. Esto refleja que enfrente no existe un proyecto para el país, solo negatividad y en algunos casos hasta delirios.

Ante esa amenaza, en la primaria oficialista hay un convencimiento de que somos parte de un proyecto construido con base en colectividades, no en personalismos, y que tenemos la convicción de que defender los avances del país en un próximo gobierno requiere amplia unidad.

— Gonzalo Winter ha ofrecido continuidad, pero considerando los niveles de aprobación del Gobierno actual, ¿cómo podría este proyecto del oficialismo ir más allá de lo alcanzado, sobre todo en seguridad, que la derecha ha erigido como su principal tema de campaña?

El problema que tiene la derecha, y que utiliza fundamentalmente en materia de seguridad, son los temores y angustias que provoca en la ciudadanía, pero lo hacen sin entregar una propuesta al país. Nosotros tenemos propuestas concretas que tienen que ver con profundizar medidas que se han iniciado en el Gobierno del presidente Boric, algunas de las cuales no pudieron concretarse como el programa las proponía precisamente porque hemos tenido la oposición a todo.

—¿No ve que un eslogan de continuidad sea negativo para la candidatura de Gonzalo Winter?

Nosotros hemos puesto todos nuestros esfuerzos en que el programa de gobierno del presidente Gabriel Boric pueda ser cumplido, y hemos enfrentado tremendos reveses en el camino porque lamentablemente no existe hoy día una identidad política en nuestros opositores capaz de construir acuerdos.

Por eso, muchas de las iniciativas que hoy son ley, sobre todo en las materias más sensibles para la ciudadanía, van a requerir una profundización. No vamos a negar el legado del Gobierno del presidente Boric en todas las materias que importan a la gente. Pero me parece que no existe mejor manera de defender un legado que asumiendo que es necesario profundizarlo y que aquellas cosas que quedan pendientes es necesario impulsarlas a futuro.

—Hay un matiz entre continuidad y profundización…

Es una proyección del país no solo pensando en los cuatro años del Gobierno del presidente Boric y en los cuatro años que esperamos vivir del Gobierno de Winter, sino cómo se realiza a sí mismo nuestro país en 25 años más. Espero que seamos un país más próspero, más seguro, pero para eso tiene que haber una propuesta donde el Estado ponga en el centro esos objetivos.

Esa es una diferencia sustantiva de lo que encarna Gonzalo Winter. Tiene una claridad envidiable sobre cómo y hacia dónde debemos profundizar esas transformaciones que están iniciadas en esta gestión de gobierno para que realmente sigan transformándose en cambios más sustantivos y profundos. Creo que Gonzalo no solo es competitivo para enfrentar a cualquiera de los opositores, sino que además es una persona que cree que nunca hay que renunciar a la disputa de las ideas y demostrar que esas ideas son mejores, y eso me parece muy sustantivo para una apuesta de gobierno a partir del 2026.

—¿Ya definió si va a la reelección?

Soy un militante muy disciplinado, estoy a disposición de las personas que represento en el Distrito 9 y también del partido. Si el partido lo tiene a bien y si la ciudadanía del Distrito 9 lo tiene a bien, estoy disponible para competir en las parlamentarias. Sigo haciendo una invitación a aquellos partidos que están fuera del oficialismo a que construyamos en base a nuestras semejanzas, no a nuestras legítimas diferencias. Nunca es tarde para seguir insistiendo en una invitación de cara a los desafíos que suponen enfrentar a una derecha que amenaza a Chile con retrocesos muy importantes.

—En el Distrito 9, el Partido Comunista ya anunció que Daniel Jadue será su candidato. Si usted va a ser compañero de lista, ¿no le parece problemático compartir lista con el ex alcalde?

Las reflexiones sobre las candidaturas que hace cada partido son propias de cada partido y voy a ser muy respetuoso de aquello. Nuestro partido, que es distinto del Partido Comunista, va a tener sus candidaturas, y lo que espero es que la ciudadanía abra su mente y su corazón a las ideas que van a estar puestas sobre la mesa en este debate.

Espero que dentro del marco de esta unidad, que ojalá pueda darse en torno a directrices programáticas para un futuro gobierno, también existan identidades diferentes. En este caso, yo voy a representar aquella que está expresamente encarnada en mi partido, el Frente Amplio, y en mi candidato, que es Gonzalo Winter.



¿Ya nunca más?

¿Ya nunca más?

Hay que entender muy poco del sentido histórico y la misión de las universidades para quitar exigencias y abrir sus puertas a todos o casi todos (como hicimos nosotros) o para atacar su necesaria autonomía e independencia (como está haciendo Trump).

{title} Felipe Bianchi