
Este martes 15 de abril expiraba el cuarto ciclo del acuerdo administrativo suscrito por las bancadas del oficialismo, independientes y la DC con el que se determinó la composición de las mesas directivas de la Cámara de Diputados durante los cuatro años del actual periodo legislativo.
Con el cumplimiento del plazo dispuesto, esta jornada los vicepresidentes de la Cámara Baja, Eric Aerdo (DC) y Gaspar Rivas (IND), deberían haber presentado sus renuncias para dar paso a una nueva elección.
El acuerdo, sin embargo, ya no existe. Según argumentan desde el oficialismo, ante la renuncia de Karol Cariola (PC) a la presidencia y la posterior elección de José Miguel Castro (RN) para sucederle —que se definió mediante un sorteo por tómbola—, el acuerdo se rompió y quienes lo suscribieron estarían en libertad de acción.
Ante ese escenario, Rivas y Aedo decidieron no presentar sus renuncias y mantenerse en la primera y segunda vicepresidencia de la Cámara, negándole a Chile Vamos y el resto de la oposición la posibilidad de integrar la mesa directiva junto a Castro.
Sobre su decisión, Rivas comentó que en consideración de que ninguna bancada de las que suscribieron el acuerdo inicial le ha pedido la renuncia, se mantendrá junto a su par de la DC en la testera de la corporación.
“No hay incomodidad en el oficialismo con que nosotros nos quedemos”, sostuvo Rivas, subrayando que la decisión se basa en que no existe “un acuerdo con la derecha”.
Asimismo, el primer vicepresidente de la Cámara comentó que en caso de que Chile Vamos quiera hacerse de las vicepresidencias, tendrá que presentar una moción de censura. “Si el presidente Castro desea una mesa de derecha, no hay otro camino: tiene que aplicar la censura”, afirmó Rivas.
Según pudo confirmar EL DÍNAMO, Aedo tampoco presentará su renuncia.
La oposición de manos atadas
El actual escenario se debe a una anomalía pocas veces vista en la Cámara: en la elección en que se escogió a Castro sólo se votó por la presidencia, ya que ni Rivas ni Aedo se plegaron a la renuncia de Cariola.
Esta situación repercutió en que las bancadas de Chile Vamos y el resto de fuerzas de oposición quedaron imposibilitadas de remover de las vicepresidencias a Rivas y Aedo.
¿El motivo? De acuerdo al reglamento de la Cámara, las mociones de censura —herramienta para remover a diputados de cargos directivos— sólo se pueden presentar a la mesa directiva completa. Por lo tanto, si la oposición presenta una moción de remoción, también afectaría a Castro.
Considerando que Castro no logró obtener mayoría en la votación de la presidencia —empató con Camila Rojas (FA) y después fue electo por azar—, una eventual censura por parte de la oposición para ganar las vicepresidencias podría terminar con un diputado oficialista en la cabeza de la testera.