Obama autoriza a Shell para que inicie perforaciones en el Ártico pese a críticas de ecologistas
Si bien en los últimos meses el presidente de EE.UU. se había mostrado bastante abierto a combatir el cambio climático, esta medida es un duro golpe para los ambientalistas.
Estados Unidos autorizó de manera condicional a la compañía Shell para que inicie perforaciones en aguas del Océano Glacial Ártico desde este verano, informó el Departamento de Interior.
La decisión es un golpe para las organizaciones medioambientales, que pedían prohibir esos trabajos por el riesgo de que se produjeran vertidos en una zona de alto valor ecológico.
Shell ha intentado durante varios años obtener autorización para realizar prospecciones en las aguas del mar de Chukchi, frente a las costas de Alaska, que guarda importantes yacimientos de petróleo y gas natural, según los geólogos.
El Departamento de Interior indicó en un comunicado que han tomado la decisión “reconociendo la importancia de los recursos ecológicos, ambientales y sociales de la región y estableciendo altos estándares para la protección de este ecosistema, de las comunidades del Ártico y las necesidades de subsistencia y culturales de los nativos de Alaska”.
Shell podrá perforar en la zona y realizar exploraciones si cumple altos estándares de seguridad para evitar vertidos y si sus navíos se mantienen en todo momento a más de cuatro millas de las morsas, especie protegida.
El anuncio se da cuatro meses después de que la Casa Blanca abriera a la exploración de hidrocarburos varias zonas de la costa atlántica a cambio de aumentar las protecciones en el Ártico.
Shell abandonó sus trabajos de exploración en el Ártico hace tres años, cuando una de sus plataformas sufrió graves daños en una tormenta y tras ser multada por contaminación en sus vuelos en la zona.
La compañía petrolera holandesa ha invertido unos 6.000 millones de dólares en sus proyectos petroleros en Alaska, pero hasta el momento no han completado el desarrollo de un solo pozo.
Rebecca Noblin, directora del Center for Biological Diversity, aseguró que la decisión del Gobierno estadounidense “no solo pone en riesgo parajes únicos, sino que también es incompatible con la retórica del presidente (Barack) Obama sobre la lucha contra la crisis climática”.
En opinión de World Wildlife Fund (WWF), la decisión “representa un paso atrás”, ya que “este es un lugar donde las condiciones extremas de clima, vientos huracanados y fuertes marejadas hacen que toda operación sea extremadamente difícil”.