Cristian Campos: “El pinochetismo es un anacronismo que queda en rincones. El problema es promoverlo por un canal”
El actor no solo desmenuzó su nuevo desafío teatral -que debuta esta noche-, sino que también se cuadró con el gremio de actores ante los polémicos episodios de Mauricio Rojas y la rebelión de actores en Mega.
Desde este 24 de agosto, Cristián Campos debutará en la obra llamada “Lección de Baile”, comedia romántica del estadounidense Mark St. Germain, bajo la dirección de Aranzazú Yankovic en una coproducción de Centro Mori y The Cow Company.
La pieza habla de un reconocido profesor universitario que sufre del síndrome de Asperger y necesita aprender a bailar de manera urgente. Allí, conoce a una exitosa bailarina con una lesión que podría detener su exitosa carrera para siempre.
El montaje desarrolla la historia de estos dos solitarios personajes, que se relacionan de manera muy distinta, pero a medida que la lección avanza, ambos quedan atrapados con la guardia baja por los descubrimientos, hilarantes y conmovedores, que hacen el uno del otro y de ellos mismos.
El actor conversó con El Dínamo respecto a este nuevo desafío en su carrera, desde ponerse en la piel de una persona con Asperger hasta el hecho de compartir por primera vez junto a María José Prieto en un escenario. Sin embargo, el actor -quien próximamente veremos por Canal 13 en la nueva teleserie nocturna “Pacto de Sangre”- también tuvo palabras para referirse al trabajo que ha ejercido el gremio de actores en las últimas semanas respecto a las polémicas declaraciones de Mauricio Rojas sobre el Museo de la Memoria, así como también lo ocurrido con Alejandro Goic y Patricia Maldonado en Mega.
– ¿Como asumes el desafío de interpretar esta obra que por primera vez se monta en español ?
– Como tú lo dices, es un desafío porque como actor me enfrento a un personaje que tiene una condición que es una categoría del espectro autista, que es el Asperger. He tenido que averiguar, estudiar e informarme de las características de esta condición, que no es una enfermedad, que tiene características muy precisas que hace que las personas que la padecen tengan una serie de dificultades motrices y no así intelectuales, porque pueden ser personas brillantes pero tienen muchas dificultades con la inteligencia emocional, con las habilidades blandas. No entienden el humor, no conocen el sarcasmo, no saben ni entienden las mentiras. Son personajes muy transparentes, de modo que toda la forma que tenemos nosotros como conductas humanas, especialmente en Chile que siempre hablamos cosas en doble sentido. Para ese tipo de personajes, eso no existe y puede ser muy angustioso, porque debe ser -me imagino yo- como estar en Japón, con ganas de comer algo y no poder hacer entender, no saber los códigos. Ha sido un desafío muy enriquecedor, porque es actuar desde otro lugar.
– ¿Cómo te preparaste para este personaje entendiendo su condición?
– Me he entrevistado con psicólogos, con gente que padece este síndrome y hay mucho material documental. Los gringos, que los han estudiado más que nadie, van dando estadísticas todos los años y la última fue que de 58 niños que nacen, uno de ellos será autista. Es bastante habitual y existen diferentes categorías, diferentes tipos. Uno relaciona el autismo con niños mudos que están así como pegándose con la cabeza en la pared, pero eso es un autismo muy radical. Están los tipos que yo tengo que representar, que son Asperger, que alguien los definía como que pueden ganar el Premio Nobel, pero no pueden decir buenos días, eso lo gráfica claramente. He escuchado charlas de psicólogos y me he entrevistado con gente para poder hacer algo verosímil, creíble y que sea un aporte, porque es bueno que el público conozca y se de cuenta que muy cerca de ellos, haya alguien Asperger que no ha sido diagnosticado. El otro día me contaban de un señor que a los 40 años lo diagnosticaron, y hasta ese entonces todos pensaban que era un tipo muy pesado y muy maleducado, porque no son los reyes del asado, todo lo contrario, son antipáticos porque no entienden los códigos. Esperamos ser un aporte. Todo esto está dentro de una comedia romántica que es divertida y graciosa, pero el contenido, el mensaje es de inclusión, pero no es un dramón en absoluto.
– ¿Habías interpretado a un personaje así de complejo?
– Este año salí premiado porque todo el primer semestre estuve en el Teatro UC interpretando a Joe Keller que es el protagonista de la obra ‘Todos Serán Mis Hijos’ de Arthur Miller, que para nosotros los actores es como una especie de gurú, un genio. La obra trata de un viejo que se hizo rico vendiendo armas durante la guerra y es una obra que fue un desafío mayor en mi vida y que fue un regalo. Vengo de hacer ese personaje que fue muy criticado y que tuvo mucho éxito, pero era un personaje normal en términos psicológicos, pero aún así muy demandante. Ha sido lo más difícil que he hecho en mi vida. Pero este es dificultoso en otro sentido, porque no es una persona que se pueda comparar con alguien que he conocido. Para hacer el personaje de Joe Keller pensaba en estafadores que he conocido, que han existido en Chile o tipos más ‘gansteriles’ o turbios, que salen en las noticias todos los días. Este tipo de personaje es como un marciano, ha sido súper complicado sacarme el doble sentido, el sarcasmo y darle al personaje esa claridad y esa lucidez que es muy habitual en uno y en la vida.
– Es primera vez que compartes escenario con tu pareja, María José Prieto. ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajo? ¿Por qué no habían trabajo juntos antes?
– No se había dado poque ‘Coti’ estaba criando a nuestra hija y bajó su nivel laboral voluntariamente. Yo estaba haciendo TV todo el tiempo y trato que no se me junte con el teatro porque es muy agotador. De modo que las cartas estaban, pero nuestra hija estaba muy chica. Cuando haces teatro con tu mujer, desapareces de la casa un buen rato, es por eso que consideramos dos cosas: que nuestra hija ha crecido y que aparece The Cow Company y Mori con esta obra que era perfecta, porque encierra la comedia, la entretención, el humor con el contenido y eso nos encantó.
– La crítica en EE.UU. ha sido muy positiva. ¿Crees que tendrá buena recepción en el público chileno?
– Creo que deberían apreciar el aporte de esta obra. Curiosamente, en este momento, hay una obra en la Católica que se llama ‘Relatividad’ y es sobre Albert Einstein. Sin duda son un aporte porque mezclan cosas que antes no se habían mezclado, y estilos que no se habían mezclado. Quiero creer que el público la va a disfrutar tanto como lo estamos disfrutando nosotros montándola.
De Mauricio Rojas a Patricia Maldonado
– ¿Qué opinas de lo ocurrido con el ex ministro de Cultura, Mauricio Rojas, con sus palabras sobre el Museo de la Memoria?
– Me da una sensación sobre todo de desaliento más que de rabia, porque soy un hombre grande y yo viví durante la UP, toda mi juventud la pasé en dictadura y uno piensa que el tiempo va a la par con algo que se llama evolución, y que las cosas van mejorando, van cambiando. Pensé que el tema al que se refiere el Museo de la Memoria estaba entendido por los chilenos y estaba superado, que después de 40 años estábamos de acuerdo de que la violencia ejercida por el Estado en forma de desaparición, tortura, muerte, cárcel, estaba proscrita y estábamos todos de acuerdo que era inmoral, que no era ético y que no debiera volver a ocurrir. Era como un piso que teníamos después de muchos años y que después de 40, venga un señor que supuestamente es ilustrado, un intelectual, a decir que no, que no es una aberración torturar y que depende del contexto, me parece descorazonante porque siento que voy envejeciendo y el país está donde mismo. Estamos en el mismo desacuerdo, donde se empatan situaciones y que no hay un consenso transversal entre derecha, izquierda, centro donde los crímenes de Estado son irrepetibles. Entonces, no me alcanza ni siquiera a dar rabia, es como un nivel de absurdo, como teatro del absurdo que, además, sea ministro de Cultura el que promueva pensamientos tan anacrónicos y tan dañinos para un país. Me divido entre el asombro y el desaliento.
– El mundo artístico y en particular los actores tomaron principal relevancia en la salida del ministro. ¿Te parece bien este rol social que está tomando el gremio?
– Creo que, históricamente, no solo en Chile sino que en la historia de la humanidad, han sido los artistas que, en general, han tenido una voz importante en momentos en que los demás callan. Pienso que la figura del poeta encarnada en Zurita es también como una imagen ancestral, casi de la tragedia griega, donde aparece el oráculo de Delphos, que anunciaba las cosas que debían corregirse. Encuentro que fue muy significativo que fuera un poeta el que reaccionara tan rápido y alzara la voz frente a este, no error, yo diría una aberración que cometió el ex ministro al escribir y al decir esos dichos.
– ¿Que opinas del debate que se instaló por el anunciado Museo de la Democracia, con el que buscan darle “contexto” a la dictadura. ¿Hay contexto?
– Yo creo que, bueno, no me voy a pronunciar respecto a las intenciones porque sería especular, pero a mí me huele que tiene que ver con esto que te decía hace un rato de querer empatar situaciones. Pienso que mientras más museos tenga un país, mucho mejor. Pienso que el Museo de la Democracia, como decía el ex Presidente Lagos, ya existe, es el Museo de Historia. Si quieren completarlo, está muy bien. No sé, me parece como que en vez de hacer museos nuevos o anexos nuevos, la gente debería ir y si lo conoce, volver a ir y traer en cuenta que no hay contexto posible que justifique las aberraciones que están narradas ahí.
– El mundo cultural, en su mayoría, simpatiza o es afín a ideas de izquierda. ¿Se complica el trabajo cuando hay un gobierno de derecha?
– Por una lado puede ser más incómodo porque se restringen los espacios. Por otro lado, siento que los artistas son más necesarios que nunca, de modo que una cosa compensa la otra. Es más estimulante.
– En Mega hay una polémica desatada y los actores decidieron no ir al matinal si está Patricia Maldonado. ¿Te parece correcta esta postura?
– Yo estoy con mi gremio y, sin afán de ejercer ningún tipo de persecución contra nadie, me pareció que la reacción de Alejandro (Goic), que es mi amigo, fue inevitable. Él no hizo un acto político, ni siquiera una acción de arte, él evitó una situación física que le resultaba imbancable. Uno no puede no estar de acuerdo, conociendo la historia personal de Alejandro Goic, tipo que sufrió en carne propia las cosas que algunas personas defienden o tratan de empatar. A mí, con respecto a Patricia Maldonado, me resulta difícil entender, no el hecho que tenga esas ideas porque cada uno es libre de pensar lo que quiera, sino que me parece difícil entender que una persona cuya labor esencial es la comunicación y que es un líder de opinión popular, pueda tener tribuna para negar la atrocidad que significa el hecho de que un chileno torture a otro chileno por razones ideológicas. Me parece tan raro de entender que una persona, con esas características y que no se priva de dar su opinión, esté en un medio de comunicación. Me produce un asombro tremendo. Es impensable que en un país desarrollado en una posición de influencia social y comunicacional, esté una persona que insiste en desconocer la aberración de la tortura, la muerte y la persecución. No lo logro entender, no me cabe… En consecuencia, la actitud de los actores es natural. Los actores reaccionamos cuando otras instancias no reaccionan
– Varios han hablado del “pinochetismo en la TV”. ¿Crees que es un problema aún?
– Pienso que los procesos históricos son lentos y queda mucho sedimento, la historia no es tan rápida como uno quisiera. Son procesos naturales, el pinochetismo es un anacronismo que queda en algunos rincones. El problema es promoverlo por un canal público, ahí no se explica eso usando el argumento de la libertad de expresión. La libertad de expresión termina donde yo empiezo a influenciar con ideas nocivas a mentes que necesitan ser bien informadas y para estar bien informado respecto a un caso puntual de Chile, está el Museo de la Memoria.
– El reglamento del CNTV dice que no se pueden transmitir contenidos que inciten al odio. ¿Crees que se respeta eso en Chile?
– Creo que una persona que felicita a un diputado que habla de los ‘terroristas con aguinaldo’, que lo felicita por Facebook públicamente, es hacer una incitación a algo que no precisamente es pacífico, es doloroso, ofensivo, es poco generoso con la historia, y cada uno de nosotros tiene sus ideas. Lo que a mí me preocupa, es que en horarios matinales pueda haber mucha juventud, gente que puede ser influenciada por un pensamiento que relativiza el horror que vivimos. Esa gente es la que está en riesgo de ser mal informada. Pienso que sí, el CNTV existe para fiscalizar situaciones como esas.