Sigrid Alegría recordó las grabaciones de Aquelarre: “Tuvimos un par de desencuentros”
La teleserie volvió a las pantallas de TVN y bajo este contexto, la actriz recordó cómo fueron los trabajos en lo que fue su segunda teleserie.
A raíz del reestreno de Aquelarre el pasado martes, Sigrid Alegría conversó con TVN a través de Instagram sobre la experiencia de haber protagonizado esta historia, su segunda teleserie, que se centra en un pequeño pueblo donde hace más de 30 años solo nacen mujeres.
En ese sentido, contó que “no fue fácil (la grabación de la telenovela), porque nosotras somos hormonales y somos complicadas, más en un espacio donde ser protagonista es como un triunfo, es una meta. Agradezco mucho entrar a la televisión siendo protagonista. Me invitaron rápidamente a cumplir ese papel en la historia”.
La actriz recordó que en ese entonces “estaba muy asustada, me daba mucho nervio, y además estaba con actrices que admiraba profundamente y que no entendían mucho que esta niña nueva llegara a ser papeles tan importantes tan de repente. Por lo tanto, tuvimos un par de desencuentros, pero no fue nada grave tampoco. Dentro de todo, rápidamente nos empezamos a acostumbrar a este gallinero”.
“Los hombres también se empezaron a acostumbrar, porque también entraron aterrados y empezaron a pasar estas cosas mágicas… Qué íntimo, pero las mujeres cuando están mucho rato juntas empiezan a tener el ciclo menstrual al mismo tiempo. Nos hacemos tribu. Y eso sucedió”, reveló la actriz.
En Aquelarre, Sigrid Alegría también compartió pantalla con Bastián Bodenhöfer, quien ya llevaba varias teleseries en el cuerpo. Al referirse al actor, recordó que “me costaba grabar con él. Siempre me mantuve al público, ajena, se me olvidaba que estaba de igual a igual. Pero después me decía ‘ya poh…’, porque él lo notaba. Lo encontraba raro”.
Una situación parecida le ocurrió en su primera producción, Borrón y Cuenta Nueva (1998). “Me acuerdo de una escena en que estaba con Jaime Vadell, Coca Guazzini, Anita Reeves, Mauricio Pesutic y yo. Puros grandes. Estaban texto, texto y texto y, de repente, ¡chun!, todos me miran al mismo tiempo. Yo estaba sentada y ellos de pie. Me quedo así y me dicen ‘tu texto’. Se me había olvidado que estaba actuando con ellos. Fue una cosa rara”, asumió.
“Y eso me pasaba con Bastián, porque cuando actúa, habla y tiene muchas cosas que hacer al mismo tiempo. Era muy entretenido verlo. Y me daba pudor él. Pero lo logramos también. No fue fácil, fue mi primer desafío en muchas cosas, pero me ayudaron mucho”, relató.