Discapacidad y mortalidad por Parkinson aumentan más rápido que cualquier otro trastorno neurológico
Un diagnóstico precoz y tratamiento adecuado permiten otorgar una mejor calidad de vida a quienes tienen esta enfermedad.
El Parkinson es una enfermedad degenerativa que afecta al sistema nervioso central y periférico, es decir, al cerebro y a todo el cuerpo.
Su incidencia es entre 100 y 180 personas cada 100 mil habitantes y es una patología que se diagnostica en su gran mayoría entre los 50 y 60 años.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que, la discapacidad y la muerte por esta causa están aumentando más rápido que cualquier otro trastorno neurológico. “Si bien es cierto puede afectar a adultos, uno de sus principales factores en su aparición es el envejecimiento y es probable que en el futuro aumente el número de pacientes con esta patología”, detalló Sergio Juica, neurólogo de Clínica Biobío.
¿Cuáles son los síntomas del Parkinson?
En cuanto a los síntomas del Parkinson, Valentina Besa, neuróloga de Clínica Dávila, aseguró que “es una enfermedad compleja que clásicamente se conoce por las manifestaciones motoras tales como el temblor de reposo, la bradicinesia o lentitud en el movimiento y la rigidez”.
Al respecto, Mireya Balart, neuróloga de Clínica Dávila Vespucio, agregó que “el Parkinson tiene bastantes señales que pasan inadvertidas y que corresponden a aquellos síntomas no motores donde, fundamentalmente, hay elementos neuropsiquiátricos, como el trastorno del ánimo, ansiedad, síndromes depresivos y, en etapas más tardías, hasta podría asociarse a demencia”.
Es muy importante evaluar también estas alertas silenciosas porque se presentan antes que las motoras. Asimismo, Besa advirtió que con el progreso de la enfermedad estos síntomas pueden interferir más en la calidad de vida que los problemas de movilidad.
“Esta patología tiene consecuencias que van mucho más allá de la limitación del movimiento, ya que afecta distintas esferas y, con ello, la calidad de vida. En este sentido, es importante el diagnóstico precoz, ya que incide en un mejor bienestar, manejo individualizado de los síntomas y complicaciones asociadas. La evidencia científica actual ha sido categórica en demostrar que uno de los factores más importantes para hacer que la enfermedad avance más lento es la actividad física”, comentó Paula Saffie, neuróloga de Clínica Santa María.