Elisa Araya, nueva rectora de la UMCE: “El amiguismo en Chile genera nichos donde se heredan los cargos. Es una especie de feudo”

La Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) eligió durante la semana pasada a la primera rectora de su historia, resultado que no solo se destacó en el ámbito de la igualdad de género, sino que también por la historia personal de la académica que liderará los destinos de la casa de estudios.

Elisa Araya (59 años), profesora de Educación Física y doctora en Ciencias de la Educación, fue elegida tras completar una impecable carrera académica, en donde debió superar diversos obstáculos, especialmente económicos, los que la llevaron a esforzarse más que el doble para conseguir sus objetivos.

Durante estos días se conoció que creció en un hogar con padres con poca escolaridad, pero muy seguidores de la lectura. También que para pagar una parte de su doctorado en Europa tuvo que trabajar haciendo aseo en las casas de otros estudiantes y profesores.

En conversación con EL DÍNAMO, la docente reflexionó sobre el impacto que generó su historia en medio de la crisis que vive el país por la pandemia de COVID-19 y frente a una intensa discusión sobre el acceso universal a la educación de calidad.

También entregó su visión sobre el presente del sistema educativo, marcado por las complicaciones debido a las cuarentenas y las clases remotas, y la importancia de otros elementos dentro del currículum como la educación física y el arte, que alimentan la realización personal de los estudiantes.

El mérito colectivo

La nueva rectora de la UMCE fue clara en señalar que su historia de vida no habría sido posible de no ser por el contexto y el sistema educativo presente durante sus años como estudiante, el que estaba enfocado en la expansión de lo público.

“Hablo de la educación pública. Hubo un cambio importante durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva, pero también estuvo el litro de leche de Salvador Allende. Tenía cuadernos regalados que decían ‘República de Chile'”, comentó.

Araya, quien creció entre Quinta Normal y Ñuñoa, también abordó el uso de los conceptos “esfuerzo” y “mérito”, los que generalmente se centran en lo individual.

“Lo voy a poner de la siguiente manera: cuando usted le habla una persona como yo o como otros que vienen de situación de pobreza o precaria, se suele decir que es esforzado. Ese mensaje, que tiene cierta validez, cumple su objetivo, pero tiene cierto peligro porque dice que solo tú puedes hacerlo, entonces lo que digo en mi caso que es que es un mérito colectivo“, explicó.

La profesora afirmó que historias como la de ella se dan “en contextos donde el proyecto colectivo llega a lo individual”.

Las diferencias con Europa

A inicios de la década de 1990 la nueva rectora de la UMCE logró acceder a una beca para estudiar en la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, donde también pudo observar el funcionamiento de un sistema distinto al que rige actualmente en nuestro país.

“Había una secretaría de cooperación internacional, entonces tenía becas para diversos países y Chile tenía prioridad cuando estaba saliendo de la dictadura… era muy interesante porque piensas que es un país pequeño, comparado con Alemania, pero tiene una visión de colaborar con el desarrollo de otros países”, señaló.

Respecto al desarrollo de su doctorado, Araya contó que “era una beca holgada, pero no permitía viajar. Y parte importante de los estudios es conocer otros países, y en eso había un programa donde los estudiantes podían trabajar. Ahí hice aseo en casas de estudiantes y profesores”.

La académica también abordó las diferencias entre Bélgica y nuestro país, especialmente por el tema del “amiguismo” o nepotismo presente en diversas actividades.

“Creo que tiene que ver con sociedades más horizontales, en sociedades que han logrado mayores posibilidades de competencia, donde las posibilidades están más distribuidas”, manifestó.

Elisa Araya añadió que “el nepotismo o amiguismo presente en Chile genera nichos de trabajo donde se heredan los cargos (…) esto es como una especie de feudo, entonces el noble le entrega la propiedad a la familia. Eso empobrece la mirada de cualquier actividad, porque solo entrega una. Las miradas distintas significan diversas soluciones para un problema”.

La educación en pandemia

La nueva rectora de la UMCE también analizó el presente de la crisis por la pandemia de COVID-19, afirmando que “la discusión que tenemos es justamente porque no nos hemos puesto de acuerdo en qué educación necesitamos en el siglo que estamos viviendo y cuáles son los caminos que necesitamos para esa solución”.

“La pandemia y la obligación de estar en las viviendas fue la decisión que tomó el propio Gobierno para enfrentar la crisis. El Estado chileno no ha hecho nada visiblemente para proveer de las herramientas informáticas para las personas que tienen dificultades para acceder”, aseveró.

Según ella, una forma de abordar la falta de presencialidad pasa por sustituirla “por una fuerte política para llegar a las casas”, con mayor respaldo para las conexiones y la aparición de programas de televisión que respalden el proceso.

“Hay que llegar a las comunidades escolares. No estamos en la situación de 30 o 40 años atrás, donde estudiabas en la escuela de tu barrio. Cuando estudias en otra comuna piensas dos veces antes de ir al colegio”, señaló.

Como profesora de educación física, la rectora también abordó el lugar que ha tomado su área en medio del confinamiento, cuestionando que la materia se haya reducido, especialmente en la enseñanza media.

“Todas las recomendaciones de los expertos han sido hacer ejercicios, pintar, meditar… todas esas materias que han ido quedando atrás. Y eso es fundamental para el desarrollo de los estudiantes”, expresó.