Secciones
Entretención

Dos “Lulos” en peligro: así quedó la nueva placa de eliminación de Gran Hermano

Cuatro participantes quedaron en riesgo de ser eliminados el domingo, aunque uno de ellos podrá ser salvado por el líder de la semana.

Como ya es tradición, este miércoles se conocieron a los participantes que forman parte de la placa de eliminación de Gran Hermano y que corren el riesgo de ser eliminados el próximo domingo.

Previo a esto, Diana Bolocco dio cuenta de un supuesto complot entre Hans y Rubén para votar por Pincoya y Raimundo. Sin embargo, esto se terminó descartando, puesto que ninguno votó por ambos a la hora de ir al confesionario.

Aún así, los dos integrantes de la familia “Lulo” terminaron siendo nominados, a diferencia de Coni, quien en esta oportunidad aseguró una semana más en competencia. A la mujer oriunda de Chiloé, además, le jugó en contra el voto legado que le dejó Skarleth.

A ellos se sumó también Jorge, a quien Rai le hizo la espontánea, entregándole tres votos. Por último, la cuarta nominada de esta semana es Francisca, quien también corre peligro de convertirse en la undécima nominada.

De esta forma, la placa de eliminación de Gran Hermano de esta semana quedó compuesta por Raimundo, Pincoya, Jorge y Fran.

Uno de ellos podrá ser salvado

Pese a esto, uno de los integrantes de la placa de eliminación podrá ser salvado por el líder de la semana en Gran Hermano, quien en esta ocasión es Hans.

La última vez que el joven de 18 años estuvo en esta posición, salvó a Fran, sorprendiendo a todos sus compañeros, puesto que no optó por Mónica, la persona más cercana a él en el encierro.

Para ello habrá que esperar a la emisión de este jueves del reality show, la que también estará marcada por el ingreso de tres nuevos participantes.


Brian Wilson, la California que fue y la que nunca será

Brian Wilson, la California que fue y la que nunca será

La música de Brian Wilson, con los Beach Boys y sin ellos, nunca fue panfletaria. Evitó Vietnam, los derechos civiles, cualquier forma de proclama. Pero eso no significa que no haya sido política. Fue, quizás, lo más político que podía cantarse en los años del desencanto: la felicidad. No como eslogan, sino como obsesión. Como utopía sonora. Como estructura espiritual.

{title} Rafael Gumucio