El nexo con Chile de Luciano Benjamín Menéndez, ex represor argentino
El “Cachorro” fue parte de los acusados en el juicio iniciado en Argentina en marzo de 2013 que condenó a militares argentinos y uruguayos por la Operación Cóndor.
A los 90 años, en un hospital militar de la ciudad de Córdoba (Argentina) y acumulando 13 cadenas perpetuas por genocidio, falleció el pasado 27 de febrero el ex general Luciano Benjamín Menéndez.
Menéndez llegó a ocupar el cargo de comandante del III Cuerpo del Ejército argentino, con sede en Córdoba, y fue el militar que más condenas por violaciones a los derechos humanos acumuló: fue declarado culpable de 3.000 casos de torturas, secuestros y asesinatos, en 73 causas por las que sumó 12 condenas a cadena perpetua y dos a 20 y 12 años.
A él se le atribuye ser el ideólogo del terrorismo de Estado imperante en el vecino país durante la dictadura cívico-militar ocurrida entre 1976 y 1983, dirigiendo las acciones represivas en diez provincias durante las décadas del ’60 y ’70.
Entre los militares integró el grupo de “Los Duros”, con Emilio Eduardo Massera, Ramón Genaro Díaz Bessone, Santiago Omar Riveros y Carlos Guillermo Suárez Mason, quienes se oponían a Jorge Rafael Videla y Roberto Viola.
Según publica Clarín con ocasión de su muerte, al momento de recibir su ascenso a general, a los 45 años, resumió su visión de la realidad en una frase: “Necesitamos una guerra por generación”.
Su relación con Chile estuvo marcada por esta visión. Durante el conflicto entre Chile y Argentina por el canal de Beagle, dijo a sus tropas, durante los cuatro meses de preparación en la frontera: “Si nos dejan atacar a los “chilotes”, los corremos hasta la Isla de Pascua, el brindis de fin de año lo haremos en el Palacio La Moneda y después iremos a mear el champagne en el Pacífico.”.
Tras la mediación papal que frenó el conflicto armado habría dicho, perdiendo los estribos: “Videla es un cagón”, según publica Revista Anfibia.
Menéndez, quien recibió el apodo de “Cachorro” por ser hijo de un militar, fue parte de los acusados en el juicio iniciado en Argentina en marzo de 2013 que condenó a militares argentinos y uruguayos por la Operación Cóndor, plan de cooperación instaurada durante los 70 y 80 entre las dictaduras de Argentina, Chile, Brasil, Bolivia, Paraguay, Perú y Uruguay para perseguir y eliminar a opositores políticos.
Durante el juicio, se imputaron los cargos de asociación ilícita y privación ilegítima de la libertad en perjuicio de más de 200 personas, entre ellas uruguayos, argentinos, chilenos, paraguayos, bolivianos y un peruano, todos quienes se habían exiliado en ese país tras los golpes de Estado sucedidos en sus países de residencia y antes del golpe que lideró Videla.
Del total de 32 imputados iniciales, sólo 17 llegarían como acusados a la sentencia que se dio a conocer en 2016, entre los que no se contaba Menéndez.
