Rating y cultura en TV: Una ecuación que no vende
La nueva legislación sobre televisión es bien evaluada por los consultados: esa que obliga a incluir 4 horas de programación cultural a la semana.
Antonio Sandoval Cañón es Es Periodista de la Universidad de Santiago de Chile y realizó un Magíster en Ciencias de la Comunicación en la misma casa de estudios, especializándose en Periodismo Digital. Se ha desempeñado como editor periodístico en medios de comunicación radiales, escritos, web y televisivos. En la actualidad dicta cursos periodísticos en diversas instituciones de Educación Superior
Los resultados de la VIII Encuesta de Televisión 2014 entregada hace unos días por el CNTV entrega conclusiones que revelan que los chilenos no estamos para nada conformes con lo que vemos en la televisión. Eso al menos en el papel, pues según dicho estudio, el 62% de los consultados está en contra de la actual programación de los canales abiertos, a la que califica de “irrelevante y negativa”, donde los noticieros de TV se llevan el gran tirón de orejas.
A esto se suma el estudio de comienzos de diciembre de este año de la Universidad Central, que pone tanto a la radio y a los medios digitales –en ese mismo orden- por sobre los canales de televisión en cuanto a credibilidad.
La encuesta del Consejo Nacional de Televisión agrega que no hay en televisión actores sociales relevantes como indígenas, quienes reclaman con razón cuando dicen que sólo los muestran cuando hay protestas en el sur o cuando a un exaltado le da por hacer desorden… Es en ese momento cuando los canales movilizan cámara, periodista, asistente y móvil para que enlace en directo con Santiago para mostrar el caos. Pero cuando hacen cosas positivas, ni un fotógrafo aparece. ¿Por qué? ¡Porque no vende!
Lo que vende, y da rating, es el drama, el morbo, el conflicto… Y si hay combos e insultos, mejor aún.
Pero sigamos con la encuesta donde los chilenos reclamamos que no hay cultura. La nueva legislación sobre televisión es bien evaluada por los consultados: esa que obliga a incluir 4 horas de programación cultural a la semana. Aquí, un 45% lo considera adecuado y un 42% opina incluso que debieran ser más horas; mientras que un 68% dice que es el propio Estado el que debiera subvencionar programación de calidad.
En el papel se ve perfecto, pero en la práctica no lo es. El rating online, ese mismo que ha dejado en el camino a grandes rostros de la televisión, que pone en tela de juicio teleseries y programas con millonarias producciones, es la piedra de tope que hoy mide la audiencia en Chile.
Según la cuenta en Twitter @Rating_online, que corresponde a People Meter Chile, “1 punto de rating equivale a 63.180 personas. En el caso de viviendas, lo proyectado para un punto de rating es 18.249 hogares”. Es esta la medición con la cual las agencias de publicidad miden el éxito o el fracaso de un proyecto. Para muchos es injusto y no refleja la realidad de lo que pasa en la televisión. De esa forma no se explica cómo programas de La Red que muchas veces están en apenas 2 ó 3 puntos, sean Trending Topic en Twitter o uno de los más comentados a través de los foros de televisión o muros de Facebook.
Y eso mismo sucede con los programas culturales que no marcan rating, pero con la nueva legislación los canales de televisión están obligados a emitirlos. Una lástima que sea por miedo a las multas que por iniciativa propia, pero al final es el actual sistema de medición de sintonía el que tiene a la televisión en tela de juicio y a la gente reclamando por sus contenidos. Aunque los números digan otra cosa.