
Navegando en Facebook – mientras coincidentemente esperaba entrar a la nutrióloga- le vi el pantallazo a una colega y pensé que era broma, pues revisé y confirmé que no. Entonces saqué uno y paso por aquí para manifestar mi rabia, porque gracias a este tipo de cosas, discriminamos al del lado. A mí ya me pasó.
Soy de alma gorda, de cabeza golosa alimenticia y siempre reconozco mi conflicto con la glándula del tenedor, ver comida me causa hambre, me dan ganas de comerme todo. Disculpe lo honesta y no se pasen rollos, hablamos de comida.
Así fue como llegué hace tres años al nutriólogo porque me daba vergüenza mirarme al espejo, estaba empezando a padecer las primeras enfermedades por gordura y porque también quería entrar a la tele; y nunca olvidaré que respondí que los estereotipos de la TV eran tipas flacas, lejos de mi contextura con rollos y que apenas me podía el cuerpo. La misión era una, bajar de peso.
De esa forma, le gané la apuesta a todos (que no creían en la superación y la fuerza de voluntad) bajando 25 kilos y no me operé, tampoco entré a la tele, pero me ahorré los millones y me cambió la vida.
Y resulta que, en este largo camino, descubrí que si era bonita – que muchos piropos en mi obesidad no eran palabras de buena crianza- y que me podía dar el gusto como no lo hice con talla 46/48 de reírme de los hombres y de columpiarlos cuando andaba con el cuarto de hora. A la gordita muchas veces le pasa que no la pesca ni su sombra.
Viví la sensación de ir a comprar ropa y que no me respondieran que no había de mi talla, y todavía no la sigo encontrando en las poleras, porque el mercado trabaja en un perfil de mujer chilena plana sin gusta y sin pechugas y yo me pregunto: ¿ADONDE ESTÁN QUÉ NO SE VEN?
Así entonces llegué hace poco al punto de exigirle más al cuerpo haciendo deporte, dejé de fumar porque me ahogaba como asmática.
No es ser fanática, nadie -solo quienes lo han vivido- saben que en el día a día uno tiene penas y trancas que arrastra de la obesidad. Cuesta bajar y en un pestañeo se engorda.
Y ver esta foto del portal Biut.cl me genera rabia, me dan ganas de llorar con impotencia, porque los medios no aprenden NADA y que tanto que promueven sobre nuestros derechos -blablablá- y se caen en este tipo de cosas, que incentivan a que tengamos niñas anoréxicas y ENFERMAS, a que continuemos siendo una sociedad que se fija en si uno es gordo o delgado y a que continuemos discriminando a los que tienen tallas grandes.
Y porque nosotros tampoco aprendemos nada, deberíamos ser unos indignados, pero lo dejamos pasar.
Me enfurece que esto aparezca un día después de que nos piropearan hasta las uñas por el Día de la Mujer. ¿Se acuerdan que el miércoles todos decían que no importaba si era gorda o flaca? Bah.
Entre esto y tener aún material adiposo donde agarrar, mejor ser rellenita en vías de cuerpo normal y feliz. Y seguir sin poder comprarme la ropa interior que está de moda, porque es talla triple equis S.
Como chilena -aún con sobrepeso- yo quiero, exijo y espero las disculpas no solo de Biutcl que careció de análisis al llegar y subir la foto, sino que también de la agencia de modelos que está atrás de esto y que permite que niñas extremadamente delgadas sean la cara de lo que queremos plantear como un estilo de vida.