Priorización de objetivos del Mineduc y educación de estudiantes con necesidades educativas
Considerando las necesidades educativas de muchos estudiantes, particularmente de aquellos que presentan discapacidad o se encuentran en riesgo de exclusión, es fundamental revisar críticamente la selección de objetivos propuesta.
Liliana Ramos Abadie es Directora Pedagogía en Educación Diferencial UDP
Frente a la ausencia de clases presenciales, producto de la pandemia, el Ministerio de Educación decidió seleccionar un conjunto de objetivos de aprendizaje considerados como prioritarios.
Algunos de estos objetivos se definen como imprescindibles, es decir, esenciales para progresar hacia nuevos aprendizajes; y otros, los de segundo nivel, se definen como integradores y significativos.
Al revisar la propuesta para asignaturas de educación básica, no es tan clara la distinción que separa los dos conjuntos. En todo caso, se asume que ambos niveles integran objetivos relevantes, o por lo menos, más relevantes que aquellos que quedaron fuera de la selección.
Considerando las necesidades educativas de muchos estudiantes, particularmente de aquellos que presentan discapacidad o se encuentran en riesgo de exclusión, es fundamental revisar críticamente la selección de objetivos propuesta. Esto, debido a que en algunos casos, los objetivos excluidos constituyen eslabones fundamentales para la construcción de aprendizajes futuros.
Un ejemplo de lo anterior ocurre en la asignatura de Lenguaje y Comunicación. Al analizar su priorización, se evidencia que los objetivos seleccionados responden al enfoque comunicativo del currículum.
Sin embargo, en primero básico se excluyen objetivos esenciales relacionados con la adquisición de la lengua escrita. Estos objetivos deben ser considerados en el trabajo con los niños, más aún si presentan necesidades educativas asociadas al desarrollo lingüístico.
La importancia de estos objetivos radica en que brindan oportunidades para la construcción y validación de hipótesis en torno a la palabra escrita. El riesgo de su exclusión es que las actividades pedagógicas se centren en exigir el logro de la lectura convencional, sin reconocer los aprendizajes que se producen en el proceso de construcción del conocimiento, bloqueando de esta forma el deseo de aprender de los estudiantes.
Otros objetivos excluidos de la asignatura de Lenguaje y Comunicación, de primero a sexto básico, apuntan a la interacción, uso de convenciones sociales y participación activa en conversaciones. Estos objetivos son prioritarios en el programa educativo de estudiantes que presentan necesidades educativas múltiples. En estos casos, lo más relevante es generar vínculos y comunicación con otros, como base para el desarrollo cognitivo, social y emocional.
Es de esperar que las escuelas especiales y programas de integración escolar asuman críticamente la propuesta del Ministerio y prioricen el currículo considerando la diversidad de funcionamientos de sus estudiantes. A mediano plazo, ojalá construyamos un currículo pertinente e inclusivo para todos.