El desafío de formar líderes del mañana
Está demostrado, empíricamente, que es posible generar crecimiento en una economía poniendo además en la balanza mejoras del bienestar de la sociedad en un amplio espectro del bien común, incorporando a su vez el cuidado del medioambiente como elemento imperativo.
Humberto Salas Jara es Director Corporativo de Vinculación con el Medio Universidad Autónoma de Chile
Un desafío transversal del sistema educativo, en todos sus niveles, radica no sólo en cumplir con los itinerarios formativos establecidos. Adicionalmente, se requiere complementar esta formación forjando la sostenibilidad como filosofía de vida, toda vez que los ciudadanos de un país debemos preocuparnos intrínsecamente, cada vez más, por garantizar nuestra estabilidad y las de futuras generaciones en todas sus perspectivas. Lo anterior es posible trabajando estas temáticas con los estudiantes en las aulas desde la enseñanza básica y media hasta la superior, buscando crear conciencia sobre la importancia que tiene este concepto para nuestra mejor calidad de vida y no solo satisfacer las necesidades propias, sino preocuparnos también de no afectar el bienestar de quienes nos sucedan, directa relación a lo que entendemos como vinculación con el medio.
Está demostrado, empíricamente, que es posible generar crecimiento en una economía poniendo además en la balanza mejoras del bienestar de la sociedad en un amplio espectro del bien común, incorporando a su vez el cuidado del medioambiente como elemento imperativo. Articulando la trilogía antes descrita hablamos entonces de sostenibilidad, siendo las actuales generaciones quienes deben liderar este proceso profiriendo acciones concretas para avanzar en esos ámbitos y es el sistema educativo donde se deben propiciar y fomentar los espacios de creación y aprendizaje.
La sostenibilidad no sólo refiere a temas medioambientales, también es relevante considerarla desde el punto de vista económico y para esto la formación de liderazgos en este espacio implica que deben existir gestores de proyectos en organizaciones capaces de administrar recursos financieros, físicos y talento humano para poder generar rentabilidad considerando acciones responsables con el entorno, compromiso y visión sistémica de largo plazo. Así también la sostenibilidad abarca aspectos sociales, esto implica que los futuros líderes deben considerar en sus agendas el fortalecimiento de la cohesión, la estabilidad de los grupos y comunidades con las que nos relacionamos. Es en este océano en el que navegarán nuestras actuales y futuras generaciones, en una sociedad líquida, cada vez más compleja y cambiante.
Debemos, entonces, redefinir el rumbo e inspirar a las actuales y futuras generaciones respecto de la importancia de la integridad y el compromiso con las temáticas tratadas anteriormente, así como también de la relevancia que tendrá su autogestión y autonomía orientada a la sustentabilidad para su desarrollo personal, que por añadidura trasuntaría en un mayor bienestar para sus familias, la sociedad y el bien común, siendo los primeros espacios igual o mas importantes para la vida y el mundo que se avecina.
En consecuencia, los proyectos educativos que transiten hacia la incorporación de la sustentabilidad y la responsabilidad social en sus propuestas formativas, en buena medida, estarán asumiendo el compromiso de formar ciudadanos conscientes y, en algunos casos, a líderes para un futuro no muy lejano.