Vocación y orientación: claves para un acceso exitoso a la educación superior
Como sociedad, debemos facilitar espacios de reflexión y acceso a información clara, asegurando que las decisiones educativas sean un paso hacia la realización personal y profesional.
AGENCIA UNO/ARCHIVO.
La Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) marca un punto de inflexión en la vida de miles de jóvenes en Chile. Su rendición a inicios de diciembre y el posterior periodo de postulación a las universidades adscritas al Sistema de Acceso abren un camino lleno de expectativas, pero también de decisiones trascendentales. Este proceso no debe ser visto como un mero trámite, sino como una oportunidad para construir un proyecto de vida alineado con las motivaciones y habilidades personales.
El acceso a la educación superior en Chile ha experimentado un crecimiento significativo, alcanzando una participación del 50% entre los jóvenes de 19 a 21 años. Sin embargo, este logro está opacado por una alta tasa de deserción, que supera el 23%. Este fenómeno no solo implica un costo personal para quienes abandonan sus estudios, sino también una pérdida social y económica. Entre las causas de esta situación se encuentra la falta de orientación adecuada y la presión por decidir rápidamente, aspectos que muchas veces conducen a elecciones impulsivas y desinformadas.
La falta de tiempo y espacio para reflexionar sobre la verdadera vocación constituye uno de los principales desafíos que enfrentan los postulantes. Decidir apresuradamente en función de los puntajes obtenidos puede ser un error recurrente que debe ser prevenido. Por ello, es fundamental propiciar instancias que orienten a los jóvenes en este proceso, fomentando decisiones informadas y meditadas.
La planificación es clave. Aprovechar herramientas como los simuladores de postulación del DEMRE y las plataformas oficiales que concentran información sobre admisión permite a los estudiantes explorar sus opciones con mayor claridad. Asimismo, el autoconocimiento juega un rol central: analizar intereses, habilidades y metas personales resulta fundamental para evitar frustraciones futuras. Elegir una carrera exclusivamente en función del puntaje obtenido puede conducir a trayectorias inconclusas y cambios innecesarios.
La orientación vocacional, ya sea a través de profesores, orientadores o incluso profesionales en ejercicio, también constituye una herramienta valiosa. Sin embargo, la decisión final debe ser personal y estar respaldada por una reflexión profunda sobre el proyecto de vida que se desea construir. En este sentido, los motores de búsqueda impulsados por inteligencia artificial representan un recurso emergente que facilita el acceso a información precisa y adaptada a las necesidades individuales.
Otro aspecto relevante es considerar alternativas como bachilleratos o programas de college, especialmente para quienes no tienen seguridad de qué carrera elegir o sus puntajes no fueron suficientes para entrar de forma directa a una determinada carrera. Estas opciones ofrecen una oportunidad para explorar áreas de interés antes de especializarse. También es importante estar al tanto de los beneficios y accesos especiales disponibles, como becas dirigidas a fomentar la participación de mujeres en carreras STEM o programas de inclusión en universidades.
En un escenario donde la deserción es un problema persistente, construir un puente sólido entre la educación secundaria y superior no es solo una responsabilidad individual, sino también colectiva.
Como sociedad, debemos facilitar espacios de reflexión y acceso a información clara, asegurando que las decisiones educativas sean un paso hacia la realización personal y profesional. Al final del día, el éxito en la educación superior no se mide solo en títulos obtenidos, sino en proyectos de vida que enriquezcan tanto a los individuos como a la comunidad en su conjunto.
