Vivir con VIH: las historias de dos jóvenes que viven con esta enfermedad
Enrique y Andrés quisieron contar su historia sobre el contagio y cómo es vivir con un virus como el VIH. Quisieron entregar su testimonio para concientizar a los jóvenes ante el explosivo aumento que ha tenido el número de contagiados en los últimos cinco años en nuestro país.
Este 1 de diciembre es el Día Internacional de la Lucha contra el VIH/SIDA, que comenzó a conmemorarse en 1988. Durante esta fecha, diversas organizaciones aprovechan a dar a conocer los avances contra esta pandemia causada por la extensión de la infección del virus de la inmunodeficiencia humana.
Semanas atrás, un reportaje publicado en Revista Paula reveló que en los últimos cinco años, los casos de jóvenes entre 14 y 29 años con VIH aumentaron en un explosivo 125% en nuestro país, posicionándonos como uno de los crecimientos más grandes en edades jóvenes a nivel mundial.
Según explicó en ese entonces el doctor Carlos Beltrán, infectólogo y presidente de la Corporación Sida Chile, el tema “es preocupante porque la infección no es solo un problema biomédico, es también un indicador del comportamiento de la sociedad”.
A raíz de esta fecha, dos jóvenes que viven con esta enfermedad desde hace años conversaron con El Dínamo para contar sus historias.
“Fui irresponsable”
Enrique tiene actualmente 23 años y desde hace cuatro que se contagió. Según relata con sus propias palabras, en el minuto en el que le confirmaron el diagnóstico se le vino el mundo abajo. “Los sentimientos de culpa y arrepentimiento me invadieron de lleno. En el momento en que me lo confirmaron, sólo pensaba en qué había hecho con mi vida al tener que someterme a un tratamiento de por vida”, dice.
Pese a lo difícil que fue, Enrique lo conversó con su familia y les contó lo que estaba viviendo. “El primero en saber fue mi hermano, luego mi madre y después el resto de la familia. Todos me dieron todo el apoyo que podría querer y me incentivaron a cuidarme y ser responsable con esto”, cuenta.
¿Cómo ven los jóvenes esta enfermedad en la actualidad? Él cree que “antes tener VIH era sinónimo de enfermedad y muerte. Hoy en día se sabe que es una enfermedad crónica como cualquier otra, con la que puedes vivir tranquilamente si sigues bien la terapia. Entonces por eso ya no hay tanta preocupación por contagiarse o no”.
Hoy confiesa que antes de ser diagnosticado se había informado poco sobre esta enfermedad. “Una vez que adquieres la enfermedad y te informas de lleno, te das cuenta que realmente la gente no sabe nada al respecto y que la información que se entrega es precaria y básica”, sostiene.
Además, Enrique afirma que fue “irresponsable, es innegable. Pero lo importante es aprender de ello y cambiar tu forma de ver la vida y el sexo y cómo cuidarte para prevenir más contagios”.
En cuanto al tratamiento que recibe, este joven ha vivido momentos complicados “por un largo periodo, y es todo por haber dejado la terapia. Por eso es realmente importante ser riguroso con ésta y hacer caso a lo que los especialistas dicen”. Y agrega: “Por ser irresponsable una vez, te puedes arrepentir por el resto de tu vida. No hay nada como un buen sistema inmune sin algún tratamiento, para tener una mejor calidad de vida”.
“Pensé que todo se había acabado”
Andrés tiene apenas 18 años y hace solo uno le confirmaron la enfermedad. “Me enteré porque tenía amigdalitis y la doctora en el examen físico observó unas manchas que tenia en el cuerpo, y me mandó a hacerme los exámenes correspondientes”, cuenta.
En ese momento tenía una relación estable de varios meses y ambos se cuidaban. Sin embargo, lo que Andrés no sabía era que su pareja no había tenido las mismas precauciones. Sólo en una oportunidad no usaron protección, cambiando su vida para siempre.
“Al comienzo fue horrible, no sabía qué hacer con mi vida, pensé que todo se había acabado. Sentí mucha vergüenza, rabia y tristeza. Pensé que era el final, que no podía hacer nada mas que esperar a morir”, confiesa.
Al igual que Enrique, Andrés le contó a su familia sobre la enfermedad que se había contagiado y, para su tranquilidad, recibió el apoyo que necesitaba para sobrellevarlo. “Toda mi familia lo sabe y no fue fácil. Ellos igual que yo pensaban que moriría, pero al final todos me apoyaron, gracias a ellos hoy es que digo que esto no es el fin del mundo”, dice.
Antes de ser diagnosticado, Andrés asegura que conocía de la existencia del VIH “más que todo por películas y, claro, en esas películas siempre muestran la peor cara, por eso tenía en mi cabeza la idea de que iba a morir”.
Someterse al tratamiento no ha sido fácil, principalmente por los efectos secundarios que tuvieron los medicamentos en su cuerpo. “Fue muy duro, el pensar en depender de una pastilla diaria es horrible. Pensar en lo que te puede pasar si se te olvida tomarla todos los días es peor, es aterrador. Porque a pesar de que la pastilla te alarga la vida, los efectos secundarios realmente te quitan las ganas de vivir: jaquecas, vómito, pesadillas vividas, dolores constantes. Es una pesadilla pero bueno, al final uno se acostumbra, y el dolor pasa”.
Debido al explosivo aumento de contagiados en Chile, tanto el Gobierno como distintas organizaciones llaman a informarse y, sobre todo, cuidarse. “Infórmense, vean la vida de alguien con VIH y pregúntense: ¿Esto es lo que quiero para mí? El preservativo a veces se nos olvida, pero no sabes lo mucho que puede cambiar tu vida por un solo error”, dice Andrés.
Con la experiencia que ha vivido, hoy es más duro en sus consejos: “No confíen en nadie, sin exámenes en mano nadie es de fiar, porque la vida con la que están jugando es la suya”. “Se nota que hoy en día los jóvenes no piensan mucho en las consecuencias que puede traer el no usar protección, creo que el tema es tan tabú en los hogares, que prefieren ignorarlo”, agrega.
Actualmente en nuestro país existen 52 mil contagiados con VIH, pero cerca del 50% no sabe que es portador de la enfermedad. Además, cerca del 40% de los diagnosticados se trata en un estado avanzado de la enfermedad.