El Informe Anual de la Situación de Derechos Humanos en Chile 2017 realizado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) reveló la negativa percepción que se tiene de los pueblos originarios, siendo calificados, entre otras cosas, de violentos, rebeldes y poco educados.
Según reveló Pulso, el 82,6% de los encuestados asegura que la comunidad indígena es rebelde y un 81,6% dice que es violenta. A eso se sumó que creen que no se caracterizan por ser personas trabajadoras (63,1%), ni agradables (71,7%), ni humildes (65,7%), ni educadas (73,4%), ni solidarias (69,3%). Con esto, también, los calificaron de flojos (69,1%), extraños (65,2%) y desagradables (67,4%).
Ante estas cifras, la jefa (s) de la Unidad de Estudios del INDH, Dhayana Guzmán, afirmó que “el informe plantea temas concretos acerca de las percepciones que hay en torno a los pueblos indígenas y que tienden a ser negativas. Al analizar las cifras, se establece que son bastante generalizadas, sobre todo cuando se habla de pueblos en particular, como los mapuches“.
Todo esto se agudiza en los sectores socioeconómicos altos y medios, además de las zonas norte y sur. “O sea, 60,9% cree que hay un grado de responsabilidad en la situación en que se encuentran ya sea pobreza o analfabetismo. Como país tenemos que empezar a hacernos cargo de ello”, agregó Guzmán.
El informe del INDH recomendó tanto al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos como al de Desarrollo Social el diseño de políticas públicas que fomenten el diálogo intercultural y la paz en las zonas de conflicto, para así cumplir “con lo establecido en el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, en especial lo relacionado con el pleno goce de los derechos humanos y libertades fundamentales”.
