Nuevos casos de sarampión en Chile y en el mundo: ¿debo vacunarme?
Para evitar su propagación, la principal medida de prevención es el programa de vacunación que cada país implemente para la población.
Recientemente, la OMS hizo un llamado preventivo para aquellas personas que no se han vacunado contra el sarampión. Si bien se trata de casos aislados, una de las principales causas que se han adjudicado es el flujo migratorio que se ha dado en los últimos años, además de viajes al extranjero y la desinformación respecto al tema, lo que ha llevado a personas a rechazar las vacunas.
Es por ello que el grupo con mayor riesgo son los lactantes, personas con enfermedades crónicas o aquellas con inmunodeficiencia. La Organización Mundial de la Salud, en tanto, recomienda vacunar a los adultos jóvenes que estén en mayor riesgo de contagio, como los profesionales de la salud, refugiados, quienes ingresen al ejército, estudiantes universitarios y a todos quienes viajen a los lugares donde haya brote de la enfermedad, debido a la alta movilidad de personas a nivel mundial.
Debido a su extrema infectividad y a que no existe un tratamiento específico que la ataque en un 100%, la principal medida de control para evitar su propagación es el programa de vacunación que cada país implemente.
En Chile, el Programa Nacional de Inmunización contempla una primera dosis a los 12 meses de edad, la que protege contra el sarampión, rubéola y paperas, con un refuerzo en primero básico. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la efectividad media de una sola dosis al año alcanza a un 84%, pero con una segunda dosis esta eficacia llega al 92,5%; de ahí la importancia de esta segunda dosis.
El doctor Luis Delpiano, presidente de la Sociedad Chilena de Infectología, Sochinf, explica que el refuerzo en primero básico fue recién incorporado el año 1991, por lo que es recomendable recibir esta segunda dosis, además de considerarla en los menores de 6 años que viajan fuera del país. Además de esto, el Ministerio de Salud (Minsal) también establece que los nacidos entre 1971 y 1981 deben recibir este refuerzo si viajan al extranjero, “en lo personal me parece que la mayoría de ellos debiera estar inmunizado por las campañas efectuadas o por haber sufrido la enfermedad”, señala Delpiano.
“Es una lástima conocer situaciones como las ocurridas en muchos países de Europa desde hace años o lo que ha acontecido en Estados Unidos, donde debido a las bajas coberturas de vacunación en la población hoy se están sufriendo brotes epidémicos con miles de casos de sarampión, incluso lamentando personas fallecidas por esta causa”, explica el Dr. Delpiano.
El especialista agrega que las vacunas han salvado vidas y protegido a la población de muchas enfermedades y que estas patologías no estén presentes en nuestra epidemiología se lo debemos a mantener altas tasas de cobertura o adherencia a los programas de vacunación. “No debemos permitir que enfermedades olvidadas reaparezcan por esta razón”, enfatiza.
Como medida preventiva, es fundamental tener presente la situación en la que cada persona y su familia se encuentran, sobre todo si debe realizar algún viaje al extranjero. Para esos casos es importante considerar que la vacuna debe ser aplicada al menos con dos semanas de anticipación. Si quienes viajan han recibido solo una dosis en su vida, incluso si se trata de niños entre uno y siete años, deben recibir la segunda. En el caso de que sean lactantes entre seis meses y un año, también deben ser inmunizados.