“Cruzan caminando en presencia de Carabineros”: así es la vulnerable frontera de Colchane

La comuna de Colchane, ubicada en la Región de Tarapacá, vive sus días más oscuros desde que se fundó en 1979, debido al masivo arribo de migrantes que pernoctan en las cercanías de la frontera, mientras esperan por un cupo en alguna de las residencias sanitarias que estableció el Gobierno en Iquique para el control del COVID-19.

Hoy, según relataron algunos de sus habitantes a EL DÍNAMO, la comuna se encuentra colapsada y las razones saltan a la vista.

De acuerdo al Censo de 2017, en Colchane viven unas 1.700 personas, es decir, se duplicó su población en un plazo no mayor a una semana con la llegada de migrantes que buscan ingresar a nuestro país, pese a que el paso fronterizo ha estado cerrado gran parte del 2020 y 2021 como medida sanitaria y sólo se permite la circulación de camiones de carga.

El aumento exponencial, aseguran los colchaninos, trajo consigo otros problemas, como la falta de seguridad, ya que miembros de la comunidad aimara han denunciado robos y apropiación indebida de sus moradas. Además, Colchane no cuenta con alcantarillado público y las autoridades locales afirman que los niveles de agua potable se encuentran al mínimo.

Tampoco cuentan con suficientes suministros alimenticios, no hay supermercados y el servicio eléctrico sólo opera en determinados momentos del día, todas situaciones que han complicado aún más a los habitantes con la masiva llegada de extranjeros a la frontera de Colchane.

La débil frontera con Bolivia

La crisis migratoria que ha crecido desde que comenzó la pandemia de coronavirus no sólo llevó al Gobierno a publicar un decreto supremo en el Diario Oficial para permitir la colaboración de las Fuerzas Armadas en las fronteras, sino que también generó cuestionamientos sobre el paso fronterizo que divide a Chile y Bolivia donde los inmigrantes cruzan por sectores no habilitados próximos a Colchane.

Esta falta de control incluso fue confirmada por el propio alcalde, Javier García, quien explicó a EL DÍNAMO que los migrantes “cruzan la frontera caminando, sin ninguna dificultad. Inclusive en presencia de Carabineros y del Ejército, es lo que más llama la atención”.

Hace algunos días, uno de los migrantes que llegó a la frontera de Colchane publicó un video en Youtube donde dio cuenta del fácil periplo que pueden realizar todos los interesados en llegar a Chile y cómo la institucionalidad vigente en nuestro país les sirve de amparo mientras esperan mejores condiciones.

“El camino dura aproximadamente de 3 a 4 horas, es un poco como desértico y no hay mucha vegetación verde ni nada. La carretera excelente, a esa hora íbamos solos”, contó el hombre de nacionalidad venezolana identificado como Orlando en el registro.

Frontera entre Colchane (Chile) y Pisiga (Bolivia). Fuente: Google Maps.

El viaje al que hizo referencia Orlando es simple y fue detallado por completo por personas domiciliadas en Colchane a EL DÍNAMO.

El primer paso que deben seguir los migrantes con intenciones de llegar a Chile es cruzar de Perú a Bolivia por el sector del Desaguadero hasta llegar a la comuna de Pisiga, ubicada en territorio boliviano.

Una vez en Bolivia deben caminar un kilómetro por el desierto, específicamente por detrás del paso fronterizo nacional, para finalmente llegar a la comuna de Colchane. Allí, el pasado 2 febrero, fueron encontrados muertos dos ciudadanos extranjeros -un colombiano y un venezolano- que replicaban la fórmula migratoria aplicada por cientos de personas durante los últimos días.

En este punto es cuando comienza a operar la institucionalidad chilena. Los migrantes se dirigen voluntariamente hasta la subcomisaría ubicada en la comuna para realizar una autodenuncia respecto a su migración irregular. Por protocolo, los uniformados que trabajan en la zona están obligados a llevarlos hasta la Posta de Colchane para que constaten lesiones.

Posteriormente, de acuerdo al relato del alcalde Javier García, “el Ministerio de Salud destina a estas personas en buses financiados por el Gobierno hacia residencias sanitarias instaladas en la ciudad de Iquique -para que cumplan su aislamiento tras ingresar a Chile-. Ese es el procedimiento normal que se ha llevado a cabo desde marzo del año pasado“.

Las personas como Orlando conocen la forma de operar, por eso el improvisado youtuber recomendó a sus seguidores “en la comisaría llama a los Carabineros. Aquí en Chile es donde uno se autodenuncia”.

Los migrantes irregulares acuden a la subcomisaría de Colchane para denunciarse. Fuente: Twitter @Carabdechile.

Alcalde alega desprotección del Estado

Desde el municipio de Colchane realizaron una lectura clara del problema que viven por estos días y piden por todos los medios disponible que el Gobierno central asuma sus responsabilidades en torno a la crisis migratoria. Ya que en palabras del alcalde Javier García, “estamos sufriendo una violación al Estado de derecho”.

Según relató el jefe comunal, “hay muchas familias que fueron a ver sus animales y al regreso se encontraron con gente migrante en sus habitaciones. También hay viviendas sin moradores que están siendo utilizadas por la fuerza y son ocupadas durante los momentos de lluvia o de noche”.

El alcalde alega que no puede entregar alojamiento a 1.600 personas simultáneamente porque “el municipio no cuenta con espacio disponible. Asimismo, las condiciones climatológicas no hacen posible instalar carpas con temperatura de hasta ocho grados bajo cero en la noche y las lluvias propias de esta fecha”.

Lo peor, de acuerdo a García, es que los colchaninos no pueden realizar las denuncias correspondientes ante la ocupación ilegal de sus domicilios o cuando “parte de los inmigrantes ingresan a sus hogares de forma violenta”, ya que “Carabineros está sobrepasado y no les están tomando las denuncias y el Ejército no entrega protección”.

Por último, el alcalde de Colchane solicitó al Gobierno una rápida evacuación de los migrantes hasta algún otro municipio del país que “tenga las condiciones necesarias para su alojamiento provisorio”.