Justicia decreta la quiebra de la constructora Claro, Vicuña, Valenzuela
El Noveno Juzgado Civil de Santiago dispuso la liquidación de la constructora, nombrando como liquidadora provisional a Loreto Ried.
Este jueves el Noveno Juzgado Civil de Santiago decretó oficialmente la quiebra de la constructora Claro, Vicuña, Valenzuela (CVV), firma que hace algunos días había dado cuenta de su compleja situación económica, la que mantiene paralizadas 30 obras.
En su resolución, el tribunal decidió nombrar como liquidadora provisional a la abogada Loreto Ried, dejando como liquidador provisional suplente a Eduardo Godoy.
La justicia determinó que a partir de este fallo se “proceda a incautar todos los bienes de la deudora, sus libros y documentos, bajo inventario, presentándose para este objeto auxilio de la fuerza pública, si fuese necesario, bastando para ello la sola exhibición de la presente resolución”.
Además se solicitó recopilar “todos los juicios aún pendientes contra la deudora que puedan afectar sus bienes, seguidos ante otros tribunales de cualquier jurisdicción, salvo las excepciones legales, oficiándose al efecto”.
“Se advierte al público que no debe pagar ni entregar mercadería a la deudora, se pena de nulidad de los pagos y entregas. Igualmente, las personas que tengan bienes o documentos de la deudora, deber ponerlos a disposición de la liquidadora”, añadió.
El fallo consignó además que “la primera Junta de Acreedores se efectuará el trigésimo segundo día contado desde la publicación en el Boletín Concursal, a las 12.30 horas, y si fuere sábado, al día hábil siguiente”.
La crisis en la constructora
El 21 de octubre pasado, mediante un comunicado, la constructora Claro, Vicuña, Valenzuela informó que solicitaría la quiebra debido a que tenía pasivos superiores a los 60 millones de dólares. Además detalló que la crisis implicaría el despido de 2.500 personas.
Entre los factores para la caída de la empresa está el incremento del precio en los materiales de construcción, la baja disponibilidad de mano de obra, la inflación y los constantes cambios en la cadena logística.
Uno de los puntos claves de la quiebra es la falta de recursos por cerca de 17 mil millones, los que debían estar disponibles a través del Ministerio de Obras Públicas (MOP).