Un proceso eleccionario histórico, paritario e inclusivo
Es de esperar que el particular proceso electoral que viviremos en el mes de abril, nos permita como sociedad abrir caminos y puentes de entendimiento nacional.
Jaime Abedrapo es Director de Escuela de Gobierno de la Universidad San Sebastián
El Congreso Nacional aprobó que las próximas elecciones de alcaldes, concejales, gobernadores regionales y miembros de la Convención Constitucional se votarán los días 10 y 11 de abril próximos.
Esta inédita disposición busca permitir, que todos quienes quieran participar del proceso, puedan hacerlo sin la aglomeración que significaría llevar adelante cuatro elecciones en un solo día. Ello, por cierto, está en sintonía con la idea de evitar un aumento significativo de las tasas de infectados por COVID-19, considerando la actual situación sanitaria del país.
Este proceso electoral será histórico en muchos aspectos. En efecto, la votación de un nuevo pacto social está llamando la atención mundial por tratarse de una elección paritaria entre hombre y mujer, con cuotas reservadas para representantes de pueblos autóctonos, quienes serán los responsables de dialogar y acordar los cimientos de una nueva institucionalidad republicana.
Por otro lado, para los votantes será la primera vez que escogerán a sus gobernadores regionales, quienes representan la voluntad de la nación por avanzar en un proceso de transferencia de competencias y atribuciones que busca una descentralización efectiva del país.
Ello, en sí, manifiesta el interés por establecer una nueva morfología del poder en Chile, cuestión que va de la mano con la relevancia que ha adquirido el papel de los alcaldes y concejales en la última década, tras la mayor valorización de los gobiernos locales.
En definitiva, es de esperar que el particular proceso electoral que viviremos en el mes de abril, nos permita como sociedad abrir caminos y puentes de entendimiento nacional.