Dos ex trabajadores y un proveedor involucrados: así fue el millonario fraude a BancoEstado por más de $6.100 millones
En la querella que presentó la institución financiera se entregan detalles sobre las personas involucradas y cómo fue el mecanismo para cometer el ilícito.
El BancoEstado informó este miércoles que sufrió un fraude que desencadenó en un millonario robo por parte de un ex trabajador, que desde 2021 se confabuló con una empresa que prestaba servicios a la entidad para manipular uno de los sistemas informáticos.
De esta forma, los involucrados en el ilícito sustrajeron poco a poco los $6.100 millones que se perdieron, los cuales se iban a repartir entre cuatro personas, de acuerdo a la investigación preliminar.
Bajo este contexto, en BancoEstado descubrieron estas acciones a través de las revisiones que realiza la Contraloría interna periódicamente. Tras ello, desde la institución financiera presentaron una querella al 7° Juzgado de Garantía de Santiago por delito informático, lavado de activos y asociación ilícita para la comisión de lavados de activos.
Según se puede extraer del documento de dicha acción legal, el banco estatal apuntó a cuatro personas: tres hombres y una mujer.
Todo lo que se sabe sobre el millonario robo a BancoEstado
Dos de ellos son ex trabajadores de la institución: Luis Aranda, ex jefe del Departamento de Procesos, Sistemas y Tecnología de la subgerencia de Operaciones de Crédito y Francisco del Pino, también ex jefe del área de sistemas. Mientras que los otros dos involucrados, externos al banco, son: Leidy Ferrer y Paulo Vio.
El descuadre provenía de abonos efectuados en un proceso de inyector que se creó para procesar diversas operaciones de manera automatizada.
Al someter a esto a revisión, se destapó el robo y notaron el traspaso de abonos a dos cuentas corrientes de los involucrados. En este sentido, BancoEstado dio cuenta que entre 2021 y 2024 “se efectuaron millonarios depósitos a las cuentas asociadas a una empresa y a una persona natural, a través del mecanismo de inyección automático de fondos, sin justificación”.
Posteriormente, el 19 de julio de 2024, Aranda, que por entonces era trabajador del banco, “prestó declaración en la investigación interna, autodenunciándose y reconociendo que él, en conjunto con un ex trabajador del banco, habían realizado los depósitos, con miras a repartirse el dinero con los beneficiarios“.
En cuanto a los otros dos involucrados en el robo son un matrimonio y son dueños de la empresa informática que le prestaba servicios a la institución.