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24 de Abril de 2014

5 conceptos para entender quiénes ganan y quiénes pierden con el fin de la selección escolar

El anuncio del ministro de educación golpea fuerte a establecimientos como el Instituto Nacional, que a partir de su sistema de selección de alumnos, año a año se distingue por sus resultados en la PSU y el Simce.

Por Redacción
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El ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre anunció algo que se venía discutiendo hace rato en el ámbito de la Reforma Educacional: el fin de la selección de alumnos en los colegios. La Ley General de Educación lo había prohibido en 2007, pero sólo para los alumnos hasta sexto básico. El gobierno de Bachelet, que precisamente en su primer mandato buscó excluir de esta regla a los liceos emblemáticos, hoy retoma esas banderas de calidad y equidad.

La medida, puntualizó Eyzaguirre, será aplicada de forma gradual, aunque no explicitó plazos para el proceso ni de qué manera será realizará la integración de los alumnos a estos colegios emblemáticos. Como sea la noticia golpeó fuerte. Y es que no son pocos los que sostienen que terminar con selección de alumnos en liceos emblemáticos como el Instituto Nacional, que año a año se distingue por sus resultados en la PSU y el Simce, es un golpe más para la educación pública. “El propio Estado va a hundir a sus buques insignia que son mucho más que buenas notas y altos puntajes en la PSU y en el SIMCE. Esos colegios tienen una tradición social y cultural, son el semillero de una parte importantísima de la élite política, cultural, académica e intelectual del país”, dijo ayer a La Segunda el ex ministro de Educación José Joaquín Brunner,que en 2007 participó en la comisión asesora presidencial que entonces determinó proteger la posibilidad de selección de los liceos emblemáticos.

En la otra vereda de Brunner están los investigadores del Educación 2020 y Gregory Elacqua, director del Instituto de Políticas Públicas UDP, que están convencidos de lo perjucial que resulta la selección para la integración escolar. Estos son los puntos que hay sobre la mesa ante la controvertida propuesta del Ejecutivo.

1. ¿Mejora la integración escolar o atenta contra la excelencia?

“La selección no es algo que resulte positivo para  la educación. Una escuela de calidad es justamente aquella que logra que todos sus alumnos convivan, aprendan y lo pasen bien”, dice Manuel Sepúlveda, investigador de política educativa de Educación 2020.

Cree que agrupar a los escolares por nivel socio-económico o por su comportamiento en determinadas pruebas, quita valor agregado al establecimiento. “Creemos que deben darse las mismas oportunidades a todos y la selección no hace eso”, añade.

Concuerda Gregory Elacqua, director del Instituto de Políticas Públicas UDP. “La evidencia indica que la selección no solo atenta contra la libertad de una familia de poder escoger un colegio , sino también perjudica la calidad y la equidad de la integración escolar”, afirma.

La investigadora del Instituto Libertad y Desarrollo, Constanza Hube, piensa distinto. “Los colegios emblemáticos están concebidos como motores de movilidad social. Los mejores alumnos de colegios vulnerables, de colegios públicos y subvencionados no tendrían esta oportunidad de estudiar en colegios de excelencia si no existiera una selección”, manifiesta.

2. Gradualidad

El proyecto que Eyzaguirre presentará en los próximos 10 a 15 días, implica para Sepúlveda que la gradualidad no sea de un año para otro sino que sea un proceso de años que comience por los cursos inferiores de los establecimientos.

Además cree que dichas políticas no pueden ir aisladas. “Deben ser acompañadas por un proceso de fortalecimiento de la educación pública (hoy municipal), de regulación de la enseñanza particular, y por un proceso de Carrera Docente que fortalezca las capacidades humanas”, agrega el sociólogo de Educación 2020.

Elacqua, en tanto, explica los modelos usados en otras latitudes para elegir al estudiantado. “Una forma es aumentar la fiscalización de los colegios y de los procesos de admisión que ellos tienen. Otra manera es introducir procesos de elección fuera de las escuelas, donde las familias van a un lugar y postulan, lo que transparenta el proceso de selección y lo hace más justo y equitativo, ya que en el sistema actual son los padres de mayores recursos los que más se benefician”, asegura.

3. Carrera Docente

“Creemos que este no es un proyecto que apunte a la calidad de la educación”, asegura Hube sobre el anuncio de Eyzaguirre. “Siempre va a haber una selección, porque los cupos son limitados. Todos quisieran entrar a la U. de Chile, pero no todos pueden, y ahí se tiene un sistema de selección que utilizan todas las demás universidades del Consejo de Rectores. Entonces, ¿a quién elegir, al de 800 puntos en la PSU o al de 400 que llegó primero o salió sorteado?”, reflexiona.

Para ella hay otros elementos que se deben priorizar antes que el fin de la selección. El principal: los profesores. “Es más urgente, y más difícil, ver frutos ahí en un corto plazo, pero finalmente ese es el corazón de la mejora en la calidad de la educación. Hoy más de la mitad de los profesores no rinden la PSU, y eso es mucho más preocupante”, señala.

Para el presidente del Centro de Padres del Instituto Nacional, Claudio Canales, el cuadro es “complejo”. “En los colegios donde no hay selección, la educación no es la más adecuada, y va a haber una desventaja con ciertos alumnos. Tampoco sabemos si va a haber una planificación para nivelar a los alumnos y saber en que pie llegan a los colegios emblemáticos”, señala.

4. Educación Pública

Son entendibles los resquemores que existen en liceos que tienen una tradición y que siempre han sido el buque insignia de los buenos resultados académicos, pero necesitamos que de todos los liceos públicos apunten a tener una educación de calidad… Además consideremos que los ‘tocados’ son un número ínfimo del total del alumnado en Chile”, dice Sepúlveda.

Otra opinión tiene Canales sobre el tema que ha sido punto de debate en el Consejo Escolar, instancia donde participan apoderados, profesores, autoridades y alumnos del Instituto Nacional. 

“Para mejorar el nivel de la educación pública tiene que mejorarse la calidad de los colegios alejados del centro de Santiago, donde es más difícil para el estudiante y están en mayor desventaja”, dice.

Asevera que en su liceo se realiza una selección solo a través de lo académico y cuestiona que el ministro no abarque a los particulares en su propuesta. “Hay colegios de elite, donde si tú no tienes dinero o no perteneces a una religión no puedes obtener un cupo. ¿Por qué esos colegios no reciben a alumnos de excelencia y de forma gratuita? ¿Por qué no asegurar cupos para alumnos vulnerables y que estos tengan la posibilidad de demostrar que son capaces?.

5. Riesgo

Elacqua destacan que lo importante acá es el interés del niño. Lo que trae y lo que quiere para su futuro. Y que en ese sentido sería crucial que los colegios se “especializaran” en áreas del conocimiento para hacer la diferencia con sus pares. Y en esa decisiónn la familia sería fundamental.

Pero Canales expresa sus dudas sobre el cambio.

“Imagínate que las generaciones que entren el 2015 sean buenos alumnos y nos den una bofetada a todos los que creemos en la selección. Yo feliz. Pero qué pasa si no ocurre lo planeado y se trunca; vamos a perder a toda una generación de niños. Si es una apuesta fallida, no solo va a perjudicar a los alumnos sino que a toda una comunidad escolar”.

 

 

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