Presidente de Metro: "El principal costo es la molestia y pérdida de confianza de la gente"
Aldo González reconoció que esta semana fue la más compleja que ha tenido que enfrentar en su corto mandato, mientras que los trabajadores del sistema acusan a la empresa de sobreexplotación.
El presidente del Metro de Santiago, Aldo González, quien asumió el cargo en abril de este año, aseguró en una entrevista para La Tercera que ésta “es la semana más compleja desde que está este nuevo directorio y desde que asumí mi mandato”.
Todo comenzó durante la mañana del miércoles 13 de agosto, cuando una fisura afectó a la Línea 4, la que tuvo que ser cerrada, por lo que un millón de pasajeros fueron afectados. El lunes 25 se anunció la impopular medida de restringir el acceso de personas con bultos; y el miércoles 27 la Línea 5 sufrió un corte de energía, teniendo que evacuar a 50 mil usuarios que se encontraban al interior de los 41 vagones afectados.
Luego de las críticas por el procedimiento de evacuación, González explicó que “se hizo de acuerdo a lo pronosticado. Se abren las puertas después de un tiempo en que no se puede reenergizar y la gente se puede sentir incómoda y algo nerviosa, porque no sabe lo que está pasando, pero el proceso se hizo correctamente y las vías están diseñadas para estas evacuaciones”.
El ingeniero civil reconoció que hubo problemas de comunicación con los usuarios y que se podría preparar un instructivo para preparar a las personas sobre cómo actuar en casos de evacuación o emergencias. Además se está trabajando en la forma de cómo se compensará a la gente que sufrió inconvenientes en sus viajes.
“El principal costo para la empresa es la molestia y pérdida de confianza de la gente. La responsabilidad que nosotros tenemos es que esto no vuelva a ocurrir”, enfatizó González e indicó que el proceso de mantenimiento se someterá a revisión para ser perfeccionado.
En tanto, tras estos incidentes, los trabajadores de Metro también han hecho sentir su molestia al advertir que ya no dan abasto por la sobrecarga del sistema desde el inicio del Transantiago y por los cambios operacionales que se implementaron en el Gobierno anterior.
El presidente del sindicato de trabajadores de Metro, Eric Campos, detalló que los empleados de diversas áreas han presentado cuadros de stress laboral, crisis de pánico, depresión y otras enfermedades psicológicas por la presión que ha significado la extensión del servicio.
“Nosotros tenemos un alto nivel de exigencia en el mantenimiento, hay una presión porque tenemos poco tiempo para hacer mantenimiento a todo el Metro. Con el Transantiago se extendió el servicio, por lo tanto los tiempos no llegan a las cinco horas”, señaló en Emol.
“También tenemos a los conductores, jefes de estación, asistentes de andén, asistentes de servicio al cliente, guardias y vigilantes, quienes sufren toda la presión derivada de la sobredemanda que tiene el servicio hoy”, y recordó diariamente se movilizan en metro 2 millones 400 mil usuarios, el doble de personas que antes de la implementación del Transantiago.
“Desde la dirigencia, tenemos la impresión de que las licencias derivadas de esas enfermedades han aumentado al doble y tenemos una cifra negra de todos los trabajadores del Metro que, a pesar de estar en una situación de stress, continúan trabajando” señaló Campos, y acusó un desorden y abuso en los horarios de trabajo.
Por su parte, María Destefani, jefa de la estación Vicente Valdés de la Línea 5, corroboró que las licencias médicas han aumentado en esa unidad por problemas psíquicos, principalmente porque cada vez que pasa alguna anomalía en el Metro el cliente se desquita con los trabajadores, a quienes los insultan con lo más bajo que hay y uno tiene que aguantar todos los improperios, que obviamente no los recibe la administración que gobierna desde el escritorio”.
“Acá el personal es sobreexplotado, trabaja las ocho horas desde la mañana y se va a las diez de la noche, eso pasa porque en Metro no hay más contratos y uno tiene que ajustarse a la dotación que le entregan y esa no alcanza para cumplir con los requerimientos de la estación y las necesidades que Metro exige”, concluyó.