Europa evita el cierre de colegios a pesar de cuarentenas por segunda ola del coronavirus
Alemania, Francia, España, Italia y Reino Unido están haciendo todos los esfuerzos para no cancelar sus clases presenciales a pesar del alza de casos en el continente.
Europa está enfrentando una dura segunda ola de la pandemia del coronavirus, la que obligó a los países a retroceder en todas sus medidas de desconfinamiento y cerrar diversos servicios públicos, sin considerar hasta ahora el término de las clases presenciales en los colegios.
Los gobiernos de Alemania, Francia, España, Italia y Reino Unido han tomado duras medidas para contener la propagación del SARS-CoV-2, especialmente en la previa de un invierno que se pronostica como “duro” para el sistema sanitario. El cierre de museos, bares y el apagón completo de la vida nocturna contrasta con el mantenimiento de los cursos presenciales, especialmente en la enseñanza primaria.
La determinación de las autoridades marca una diferencia a lo ocurrido en marzo, cuando se decidió cancelar toda la actividad en los recintos educacionales. En aquel entonces faltaban cerca de cuatro meses para cerrar el año escolar, por lo que se decidió continuar con los métodos de enseñanza online.
La pausa del verano y el fin de la primera ola dio tiempo para que todos los colegios prepararan sus protocolos de retorno. Antes del ingreso a las aulas se detectaron algunos casos de COVID-19 positivo entre los docentes, los que fueron seguidos y aislados.
Ahora el panorama es diferente y el debate está instalado, especialmente por la falta de acuerdo que existe sobre el rol de los niños en la pandemia, ya que algunos estudios aseguran que son menos sensibles al contagio, mientras que otros afirman que pueden ser “súper contagiadores” del virus.
Alemania
Los alemanes retornaron a las clases presenciales a inicios de agosto, en un retorno que fue accidentado debido a que se detectaron casos entre alumnos y profesores, los que obligaron al cierre de dos escuelas.
A pesar de estas dificultades, la canciller Angela Merkel aseguró que una de las prioridades era garantizar el regreso de las actividades a las aulas. “El objetivo tras esta situación, que ninguno de nosotros hubiéramos imaginado posible, es que nuestros niños no sean los perdedores y que ninguno quede fuera”, declaró.
Con el incremento de casos, que se agudizó a mediados de octubre, el gobierno siguió con la misma línea, ya que a pesar de establecer fuertes restricciones en cuanto a la circulación de personas en las calles, reuniones sociales y otro tipo de acciones, decidió mantener las escuelas abiertas.
España
Fue el primer país de Europa Occidental en sumar el millón de casos totales de coronavirus, y a pesar de ello evitó cerrar sus colegios.
La administración del presidente Pedro Sánchez logró tomar el control de la emergencia sanitaria tras la aprobación de un estado de alarma, el que le permite tener la autoridad de tomar algunas decisiones como los cierres en ciertas zonas del país y el cese de actividades no esenciales.
Hasta ahora, y a pesar de esta determinación tomada por el Congreso de los Diputados, cada comunidad autónoma está tomando sus decisiones a la hora de controlar la pandemia. Entre esas se encuentra el eventual cierre de los recintos educacionales.
Cada región española tiene un plan distinto frente a la realidad que ofrece el COVID-19. Según lo informado por el diario El País, Galicia y Cataluña ya están avanzando en un posible cierre de los establecimientos, alegando la “precariedad” en la que se mantienen funcionando.
Italia
Los italianos fueron los más afectados con la primera ola del COVID-19 y ahora están recibiendo de lleno los masivos contagios, los que hacen temer un incremento en la dolorosa cifra de 39 mil fallecidos que ha dejado el SARS-CoV-2.
Tras superar la barrera de los 30 mil casos nuevos en un día, el gobierno encabezado por Giuseppe Conte decidió aplicar duras medidas de restricción para actividades “no esenciales” como los bares, restaurantes, cines, teatros, gimnasios y otras actividades.
Luigi Di Maio, ministro de Asuntos Exteriores del país, expresó que todos esfuerzos buscan impedir la paralización de la actividad productiva, y especialmente, el funcionamiento de los recintos educacionales.
“La ministra (de Educación, Lucia) Azzolina está tratando de mantener las escuelas abiertas, sobre todo en las zonas donde la curva de infecciones es más baja”, señaló la autoridad al diario Il Foglio.
Francia
Es el segundo país más afectado con la nueva ola del COVID-19 en el Viejo Continente. En prácticamente una semana, Francia alcanzó el millón de contagiados totales y subió dramáticamente su cifra de muertos, la que alcanzó las 38 mil, quedando por detrás de Italia y Reino Unido.
El 28 de octubre, el presidente Emmanuel Macron informó el inicio de un nuevo confinamiento nacional, el que incluyó restricciones para que las personas puedan salir de sus casas y la clausura temporal de recintos de entretenimiento, todo ello para frenar la curva de contagios.
Pese a los duros números dejados por esta nueva etapa de la pandemia del coronavirus, el gobierno francés siguió con la misma tendencia del resto de Europa y determinó no cerrar los colegios. De todas formas, recomendó el teletrabajo para los universitarios y oficinistas.
La nación había abierto sus escuelas en septiembre pasado, con un inicio tan accidentado como el de Alemania, ya que se cerraron cerca de 70 recintos en diversas zonas por la detección de casos vinculados a sus comunidades. Los cierres, según el protocolo sanitario, se extendieron por dos días.
Reino Unido
El Reino Unido lidera la cifra de fallecidos por COVID-19 en Europa (47 mil decesos). La administración del primer ministro Boris Johnson ha sido blanco de la mayoría de los dardos, ya que sus críticos consideraron que su respuesta ante la primera ola fue “tardía” y buscaba establecer una “inmunidad de rebaño” entre la población, la que no logró consolidarse.
Ante el nuevo aumento de casos, el gobierno decidió adelantarse y anunció un nuevo confinamiento, el que se extenderá hasta el 2 de diciembre. “Entiendo lo duro que esto, pero no podemos dejar que el NHS (sistema público de salud) se venga abajo en un momento en el que hay vidas en juego”, expresó Johnson.
Aquello implicará el cierre de bares, restaurantes, cines, teatros y otro tipo de establecimientos, a excepción de los colegios y las guarderías, las que seguirán con su funcionamiento con los protocolos sanitarios vigentes.