Huertos urbanos: la tendencia que combate los vegetales con químicos y falta de sabor
Los supermercados durante todo el año poseen una gran variedad de alimentos frescos. Y sin importar la época, se pueden encontrar frutas y verduras aún cuando no sea su estación. Pero quienes buscan un mejor producto o desean respetar la estacionalidad de los alimentos, están optando por sembrar en sus hogares, popularizando el surgimiento de huertos urbanos. "Tan sólo pensar en arar la tierra y cosechar, aunque sea una hoja de albahaca, ya entrega paz a la vida del santiaguino”, asegura Maximiliano Delporte, creador de la aplicación Plantsss.
El recuerdo de generaciones pasadas donde las diferentes frutas y verduras se comían según la época, hace tiempo quedó atrás. En la actualidad, sólo hay que ir a un supermercado y encontrar decenas de hortalizas listas para ser consumidas en cualquier momento.
La opción de tener una gran variedad durante todo el año, trae consigo que los precios aumenten si no es la época y además que su sabor, color, aroma y tamaño no sea el mismo.
Un claro ejemplo de esto es lo que está pasando con las paltas, y los tomates, los que han aumentado su valor debido a que no es la temporada de estos. Además, si se suma la sequía que ha afectado al país durante los últimos años y las torrenciales lluvias que han caído en el norte y el sur en el último tiempo, se traduce en una menor producción y que el precio de los alimentos suba.
El aumento de ambos ha sido tal que en el último Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), correspondiente al mes de mayo, se observó un aumento del 10,9% en los tomates. El INE detalla que “por factores estacionales, pues finalizada la temporada de verano, el mercado comienza a abastecerse de productos provenientes de sectores con temperaturas más templadas como el norte del país o en condiciones controladas como invernaderos”.
Con respecto a la palta, el aumento fue alto y llegó al 9,4% y se debió a “un menor nivel de producción de algunas de las variedades presentes en la temporada, sumado al hecho que existen buenas condiciones para competir en el mercado internacional”.
La situación es compleja en Coquimbo, donde en el valle del Limarí “están abandonando campos completos, al igual que en Cabildo y Petorca debido al déficit hídrico”, asegura Nicolás Franck, director del Centro de Estudios de Zonas Áridas de la Universidad de Chile (Ceza).
Los productores de paltas son los más complicados ya que “los agricultores están cortando las plantas a ras con el fin de que los troncos dejen de transpirar y están esperando que puedan sobrevivir para cuando estén en condiciones de volver a regarlos”, asegura el director del Ceza. Esto se traduce en una fuerte alza en el precio, ya que cada vez hay menos hectáreas de este fruto en el país.
De todos modos, hoy en el mercado nacional es posible encontrar varios tipos de paltas como la Hass, la Ester, la Fuerte o la Negra de la Cruz. Cada una con diferentes valores y características.
Esto se explica debido a que la producción de otros países ha aumentado y comienzan a exportar en mayor cantidad, como ocurre con Perú, que según el presidente de la Asociación de Productores de Palta Hass, James Bosworth, este año llegarán a 180.000 toneladas de plantación de este tipo de paltas en Lambayeque, Arequipa y Ayacucho, lo que significa que al país llegarán más paltas.
Huertos urbanos
Los huertos urbanos se hicieron populares durante la Segunda Guerra Mundial, donde en Estados Unidos comenzaron a utilizarse esta forma de cultivo en las ciudades y se llegó a consumir hasta un 40% de alimentos procedente de estos lugares.
Tal fue el boom que se denominaron “victory gardens” o “war gardens”. Esta opción se convirtió en indispensable ya que durante la guerra, no sólo Estados Unidos, sino que también muchos países europeos no se podían permitir depender de las importaciones y había que asegurar el alimento.
Si bien, esa tendencia desapareció por un largo tiempo, hace aproximadamente dos décadas se volvieron a hacer populares, principalmente en Europa donde la gente no sólo comenzó a plantar en sus hogares, sino que debido a que muchos viven en pequeños departamentos, se comenzaron a crear huertos urbanos en medio de las ciudades.
Un claro ejemplo de esto es que el año pasado en la comuna de Providencia se creó un huerto comunitario de 600 metros cuadrados, el cual es cuidado por sus propios vecinos, quienes son apoyados con talleres para capacitarse y así adquirir conocimientos para poder sembrar y cosechar diferentes frutas y verduras dependiendo de la temporada.
Nuevos consumidores
En Chile, si bien gran parte de la población agradece tener todo de tipo de frutas y verduras durante el año, hay quienes están prefiriendo consumir los productos lo más natural posible, ya sea comprando en verdulerías orgánicas o sembrando sus propios vegetales. De hecho, en los últimos años es una tendencia que ha aumentado considerablemente entre los jóvenes.
Andrea Piñeira vive en un departamento 50 metros cuadrados en Las Condes y asegura que “comer mis propias verduras es un placer, porque sé que son frescas y no poseen químicos”. De todos modos, detalla que esto no es tirar la semilla y esperar “hay que saber en qué fecha plantas y cuidar la siembra, ya que en algunos casos hay que estar cortando hojas o flores para que den más frutos”.
Así como Andrea, son varios quienes no poseen conocimientos específicos en botánica, por lo que en varias oportunidades las plantas no crecen o se mueren. Esa problemática es a la que se enfrentó Maximiliano Delporte, un paisajista chileno que creó la aplicación Plantsss, que fue reconocida como la mejor app del mundo según Apple el año pasado.
El objetivo de Plantsss es que “las personas puedan encontrar información botánica de manera simple, dejando a un lado la explicación literaria y pasar a una nueva manera de mirar la botánica”, asegura Delporte quien se encuentra viviendo en Barcelona, España.
La aplicación que ya está operativa en 56 países ha sido destacada por los especialistas ya que trabaja con geolocalización, por lo cual los usuarios pueden tener claridad de las plantas que pueden sembrar en la época del año en la que se encuentran. “Plantsss entrega información botánica simplificada, para el inicio de cultivos, entre ellos huertos. La aplicación da referencias sobre especies de vegetales clasificadas para obtener un mejor rendimiento”, asegura su creador.
Delporte asegura que hay más huertos urbanos porque “hemos pasado a una nueva era del reencuentro con la esencia de las cosas, son tantos los estímulos que nos invaden, que tan sólo pensar en arar la tierra y cosechar, aunque sea una hoja de albahaca, ya entrega paz a la vida del santiaguino”.
Introducción a la huerta orgánica
Tener un huerto no es simplemente comprar plantar una semilla y esperar que crezca. Es un trabajo arduo donde hay que preocuparse día a día para obtener los productos que fueron plantados.
Es por esto que diferentes organizaciones están realizando cursos para instruir a quienes quieren tener sus propias frutas y verduras en la casa. Uno de ellos es Huerto Hada Verde cultivo orgánico urbano, quienes realizan dan talleres.
La encargada de Producción y Coordinación de Talleres Externos, Susana Tapia, asegura que “cuando tú tienes una huerta te provoca bastante orgullo recibir tu alimento, entonces ocurre que te empiezas a manifestar con tus amigos y se los muestras y se genera un discurso entorno a la mesa y a la huerta y se crean nuevos lazos”.
Si bien Hada Verde cuenta con diferentes talleres, “la gente no toma los avanzados y sólo se inscribe en Introducción a la Huerta Orgánica y es porque Chile está en eso, recién se está metiendo en este tema”, afirma Tapia.
“Durante los talleres nos hemos dado cuenta que “los ciudadanos no entiende que es un ser vivo que merece tanta atención como un perro o un gato”, dice Juani Bustamante, encargada de la Coordinación de Voluntarios y Trabajos en Huerta.
Con respecto a los quienes asisten a estos talleres, cuando comenzó Hada Verde, hace ya más de 6 años, la mayoría eran mujeres adultas o embarazadas, luego se fueron sumando agrónomos y estudiantes que querían aprender más y “ahora último está llegando más gente que se está reconectando con la naturaleza porque escucharon de otro hablar de esto. Además, ahora vienen hombres, antes simplemente no venían”.
Si quieres aprender más de huertos urbanos y así plantar tus propias hortalizas en tu hogar, ya sea casa o departamento, visita el sitio web de Hada Verde para enterarte de los diferentes talleres y cursos.
Cultivo público
La ONG PlantaBanda se ha dedicado a recuperar diferentes espacios públicos que están perdidos y darles vida de barrio, entregando espacios verdes y huertos urbanos en zonas de platabandas. Esta organización está enfocada en utilizar los huertos como una herramienta de transformación social.
Por ejemplo, en el barrio El Aguilucho, en Providencia, ya tienen una huerta-jardín de 86 metros cuadrados, y entre los beneficios destaca el aporte a la biodiversidad, la atracción de insectos polinizadores, el uso de hierbas medicinales, y la unión de los vecinos del sector quienes se preocupan en conjunto de mantener las frutas y verduras en óptimas condiciones.