¿Cuáles son los virus que más afectan a los adultos mayores en invierno?
El Minsal inició su campaña de invierno debido al aumento de circulación de los virus respiratorios.
Los meses de otoño e invierno son una época difícil para los adultos mayores, ya que siendo una población de riesgo se encuentran expuestos a diversas enfermedades respiratorias.
Es por ello que el Ministerio de Salud (Minsal) inició su campaña de invierno debido al aumento de la circulación de virus respiratorios.
“Estamos viendo un aumento de influenza A y en la circulación del virus sincicial, el que ya se adelantó en algunas ciudades, situación que estamos monitoreando continuamente para el traspaso de recursos en relación con las necesidades de hospitalización de cada territorio”, indicó la ministra de Salud, Ximena Aguilera.
Es por ello, que la autoridad hizo un llamado al autocuidado para prevenir las enfermedades respiratorias sobre todo en personas mayores de 65 años.
Virus que más afectan a los adultos mayores en invierno
El virus respiratorio sincicial:
Es una enfermedad viral común. Por lo general, causa síntomas leves parecidos al resfriado. Pero puede provocar infecciones pulmonares graves, especialmente en bebés, adultos mayores y personas con problemas médicos serios.
Esta enfermedad se transmite en el aire al toser y estornudar o por contacto directo. También se puede contagiar al tocar un objeto o superficie infectada y llevarse luego las manos a la boca, ojos o nariz.
Entre sus principales síntomas se encuentran:
- Congestión nasal
- Poco apetito
- Tos
- Estornudos
- Fiebre
- Silbidos al respirar
- Apnea
- Respiración en la que se hunda el tórax e infle el abdomen
- Cianosis (color azul en la piel por falta de oxígeno).
Virus Influenza:
Esta enfermedad puede ser transmitida mediante estornudos, tos o simplemente por secreción nasal. Sus síntomas también son similares a los de un resfrío común, pero con una mayor intensidad y gravedad.
Entre sus principales síntomas se encuentran:
- Fiebre alta, mayor o igual a 38,5 grados
- Tos intensa
- Fatiga
- Secreción o congestión nasal
- Silbido al respirar
- Dolor de cabeza
- Dolor de garganta o faringe
- Dolor muscular
- Respiración rápida o dificultad para respirar
- Escalofríos o sudoración
- Dolor en los ojos.