Sofás, sitiales y poltronas, ¿en qué se diferencian estos hermanos de la familia de los sillones?
Este tipo de muebles son muy parecidos entre sí ya que cumplen la misma función y tienen la misma estructura, pero hay detalles que hacen la diferencia.
El living o sala de estar de un hogar es un lugar prioritario ya que, en la mayoría de los casos, es lo primero que vemos al entrar, además de ser una zona donde pasamos mucho tiempo en los sillones, acompañados de familiares y amigos o en solitario viendo una película o serie, leyendo un libro, entre otras actividades.
A la hora de elegir qué muebles vamos a ubicar en el living la mayoría pensamos en sillones del tipo sofá como primera opción, porque son cómodos y suelen tener espacio para dos o tres personas y más. Pero en la actualidad existen diversos tipos de sillones que también ofrecen comodidad y aportan un poco más de dinamismo al espacio.
Como los sitiales, que, por definición, son asientos de ceremonia, que se usaban de forma especial en actos solemnes de ciertas personas constituidas en dignidad. Por lo que es probable que hayan nacido por la necesidad de adornar una silla para darle mayor preponderancia a quién la usara.
A diferencia de los sofás, los sitiales no tienen brazos, y por sus patas delgadas y largas, efectivamente, se parecen más a una silla. Por lo que quedan bien para el comedor o en una sala de estar que tenga un espacio reducido.
Existen a su vez las poltronas, nombre que deriva de “poltrón” (flojo, perezoso) y son definidas como sillones bajos, ya que tiene más amplitud y comodidad que una silla, pero tiene brazos más bajos que el sofá.
Los de máxima comodidad son los sillones bergere, ya que están diseñados para pasar un largo tiempo en él. Para ello cuenta con un apoyapié integrado, extra acolchado y son reclinables.
Su popularidad se dio durante el reinado de Luis XV en Francia, época en que el estilo rococó estaba en auge, y esta opción se convirtió en un símbolo de la elegancia y el lujo.
Y finalmente, volvemos a la primera opción mencionada: los sofás. Éstos tienen origen en los tronos árabes y egipcios, donde estaban hechos para que los faraones no tocaran el suelo, acercándose a los dioses y distinguiéndose de las demás personas.
Luego este mueble se fue incorporando a los hogares, pero aún con una distinción elitista. Hoy, y tras la industrialización, ya los encontramos en todas partes y con diferentes cantidades de cuerpos.
¿Cuál elegir?
Si bien todas estas opciones tienen la misma función y estructura general (un asiento de cuatro patas, acolchado y con respaldo), va a depender de tu disponibilidad del espacio y de tu estilo qué muebles elegirás para tu living.
Por ejemplo, puede ser un juego de tres sofás con el mismo tapiz. Y si tienes mayor espacio, podrías agregar una butaca o taburete para apoyar los pies.
Si la opción anterior te suena muy tradicional, puedes combinar un sofá con dos poltronas o un sofá con sitial, atreviéndote a mezclar colores.
Lo importante es que te sientas a gusto con el espacio y tu comodidad.